El Día Internacional de la Biodiversidad, celebrado cada 22 de mayo, pone en el centro del debate la importancia de proteger la riqueza natural del planeta. En esta ocasión, un foco especial se ha puesto en las colisiones entre cachalotes y embarcaciones en las costas españolas, un problema que amenaza a estas majestuosas criaturas marinas.

Según datos recientes, los cachalotes, los mayores odontocetos del mundo, están cada vez más expuestos a riesgos derivados de la actividad humana en el mar. Las colisiones con barcos representan una de las principales causas de mortalidad para estos mamíferos en la región. La densidad creciente de tráfico marítimo en áreas como el Estrecho de Gibraltar y las aguas cercanas a Canarias aumenta la probabilidad de encuentros peligrosos.

Organizaciones conservacionistas advierten que estas colisiones no solo afectan a los ejemplares individuales, sino que también ponen en peligro la salud y supervivencia de las poblaciones de cachalotes. Además, señalan que estas incidencias subrayan la necesidad urgente de implementar medidas para reducir el riesgo, como limitar la velocidad de los barcos en zonas sensibles y mejorar la vigilancia marítima.
El Día de la Biodiversidad es una oportunidad para sensibilizar sobre estos desafíos y promover acciones concretas que protejan a los mamíferos marinos y preserven la biodiversidad marina. La cooperación internacional y el compromiso de las autoridades son fundamentales para garantizar un futuro sostenible para estas especies emblemáticas.





