Cuando hablamos de carpfishing lo primero que nos suele venir a la mente es estar en un biwy en un embalse o un río, rodeados de naturaleza, montar el trípode o las picas en la orilla y echar las líneas mientras escuchamos de fondo el sonido del café haciéndose en el camping gas a fuego lento. Pero, ¿cuántos de vosotros vivís en una ciudad o un pueblo por donde pasa un río o lo tenéis a apenas cinco minutos? O mejor aún, ¿cuántos tenéis un estanque cercano en un parque en medio de la ciudad? Estoy seguro de que más de uno.

No hace falta coger el coche y recorrer muchos kilómetros para pescar carpfishing, sobre todo cuando no disponemos de mucho tiempo y nos pica el gusanillo de querer pescar y seguir practicando nuestra afición de forma diaria y de esta manera compaginarlo con las muchas demás responsabilidades que solemos tener en el día a día.

El Urban Carp

Aquí es donde entra en juego el urban carp. Escenarios de pesca cerca de donde vivimos, rodeados de edificios, negocios, gente paseando, coches, etc., donde podemos emplear el poco tiempo del que solemos disponer. Puede que de primeras suene agobiante pero os aseguro que una vez pescando, el resto no existe. 

Mi opinión y experiencia con el Urban Carp

En primer lugar, me gustaría hablaros del equipo que necesitaremos para una sesión de urban carp.

Se trata de un equipo ligero, con cañas de entre 6ft y 10ft. La potencia oscilará entre 2,5Lb y 3,5Lb, siempre dependiendo del tamaño de los peces o de los obstáculos que tengamos. 

Por lo general, en las zonas urbanas, no necesitaremos un lance lejano, por lo que nos permitirá que nuestras cañas sean más ligeras para un mejor transporte, ya no solo para llegar a la zona de pesca, sino para cambiarnos de puesto más cómodamente.

En cuanto a los carretes serán más pequeños, entre un 4000 y un 8000, que junto con las cañas nos permitirá una mayor movilidad y un equilibrio más compensado entre caña y carrete. Y respecto al diámetro del hilo dependerá de los obstáculos y el tamaño de los peces que nos encontremos. 

Los plomos pueden variar, si estamos en un estanque nos permitirá pescar con menos peso, por el contrario, si estamos en un río puede que la corriente nos obligue a aumentar ese peso. Los plomos traseros pueden ser bastante importantes y útiles en esta práctica, no olvidemos que compartimos espacio con otras aficiones y deportes y los necesitaremos en algunas ocasiones por la presencia de kayaks, barcas, paddle surf, etc. Al fin y al cabo, el espacio es de todos. 

Una mochila para llevar nuestros cebos, montajes, picas y alarmas siempre será una gran aliada. Y, por supuesto, nunca debemos olvidar la sacadera y nuestra moqueta de recepción para posar las capturas con el mayor cuidado posible. Esto no es nada nuevo.

Al tratarse de un equipo más ligero de lo normal, muchas veces podremos desplazarnos en bici, patinete eléctrico o incluso andando, así como recoger más rápido y cambiarnos de puesto si detectamos una zona más caliente. 

Una vez tenemos el equipo, pasemos a la acción

De normal, en estos escenarios, la pesca suele ser rápida y en muchas ocasiones, junto con unas buenas gafas polarizadas, a stalking se suelen localizar muy bien los peces. 

En mi caso, una vez me encuentro en la zona de pesca, lo primero que hago es localizar los peces, a veces con gafas polarizadas, otras con sonda pero, sobre todo, siempre observando, ya que es muy importante observar cómo se comporta el entorno donde se encuentran los peces. 

Una vez encuentro una zona caliente, la trabajo con anzuelos pequeños de 6 – 8, bajos finos y línea 0,40. En cuanto al montaje que suelo utilizar es el slip- D, mi favorito sin duda para este tipo de escenarios, tanto para pescar con pop – up como con un simple boili. 

En cuanto al cebado, considero que debe ser progresivo, podemos empezar lanzando un par de cohetes cebadores, con semilla o pan puede ser muy buena opción, ya que en estos escenarios suelen haber varios tipos de aves y la gente aprovecha para darles de comer junto a los más pequeños, lo que nos puede beneficiar para encontrar lo que buscamos, las carpas.

Conforme vayamos viendo movimiento y teniendo picadas, iremos cebando al mismo ritmo, podemos emplear mallas o bolsas de pva, el clásico tirachinas o incluso si las normas lo permiten, el barco cebador. No hay que olvidar, que antes de pescar en estos escenarios y en cualquier otros, hay que informarse de las leyes vigentes y saber qué es lo que podemos y no podemos hacer.

A la hora de echar las líneas, suelo preparar una pequeña malla, con semilla pequeña (cañamón, chufa y maíz) para echarla junto a la postura y una vez la caña está en el agua, solo queda esperar.

Otras cuestiones que debes tener en cuenta sobre el Urban Carp

Como he comentado antes, en esta modalidad compartimos espacio con otras personas, ya que se trata de una zona urbana donde la gente pasa tiempo, pasea, hace deporte, etc. La mayoría de estas personas no suelen conocer este tipo de pesca, por lo que debemos acostumbrarnos a los curiosos.

Pensad que no es muy común ver todos los “juguetitos” que utilizamos en el carpfishing en medio de una ciudad, ni tampoco ver peces que, en muchas ocasiones, suelen sorprender por su tamaño o genética. También se sorprenden al vernos curar y devolver la captura al agua, supongo que será parte de la cultura y desconocimiento sobre este deporte. Por lo general, la gente es curiosa pero muy educada.  Aprovecho para recordar que nunca debemos olvidar curar nuestras capturas, tanto la boca, como posibles heridas efecto de la pelea o ataques de aves, otros peces, etc. 

Este tipo de escenarios que contempla el urban carp son ideales para enseñar a algún amigo o familiar que quiera iniciarse o para disfrutar con tus hijos o sobrinos. Los más pequeños suelen disfrutar mucho en estos espacios ya que suelen ser días divertidos de picadas. 

Y cómo no, una de las mayores comodidades es cuando llega la hora de comer. No hay que olvidar que estamos en una zona urbana, por lo que una muy buena opción puede ser recoger (aprovechando que llevamos un equipo ligero) y comer en cualquiera de la cantidad de sitios que tenemos alrededor o, mejor aún, incluso cuando frecuentas una zona, nos acaban conociendo y seguramente nos traigan el pedido que hagamos a nuestro puesto en el que estamos pescando. 

Una vez terminada nuestra jornada de pesca, toca recoger, dejar el puesto limpio y tirar a la basura los residuos que hayamos generado. Pero no solo en la modalidad de urban carp, sino en cualquier tipo de pesca que queramos practicar.  

Me encanta el urban carp y animo a los pescadores a que lo practiquen y lo disfruten. Al final estás pescando cerca de casa de una manera sencilla y muchas veces en la sencillez está el éxito.

DANIEL CUEVAS

Carpfishing y el «URBAN CARP»