Iker García Aramburu, dos de las manos detrás de EGINS I.G.A. nos abre las puertas de su taller y nos muestra cómo le da forma y color a sus pajaritos.

Este artista de San Sebastián, maestro artesano del eging, produce los famosos pajaritos personalizados que cualquier pescador que se precie debería tener. Pajaritos de extraordinaria eficacia para los calamares y los grandes chocos (sepias) que habitan en el Cantábrico.

1.- Todo comienza con el tallado, de una plancha de poliuretano, se talla el pajarito con mucha maestría y cuidado para que las formas y la distribución de los pesos queden bien equilibrados.

2.- Se utiliza poliuretano 300 por su dureza y por no absorber agua, así que ayuda a que no se descompense, materiales como la madera de balsa son muy blandos y absorben mucha agua en el caso de recibir un golpe, descompensado por completo el pajarito.

3.- El tallado se hace mediante una plantilla, aquí la experiencia del artesano es crucial, cada artesano tiene sus propias plantillas estudiadas en relación a las especies y las zonas de pesca.

4.- Una vez cortada la plancha de poliuretano, con una sierra de pelo, se dibujan las líneas de corte que seguirá el tallado. El rectángulo de poliuretano toma forma y empieza a parecerse a un pajarito. Esta fase es muy complicada ya que el material se hace muy fino en los extremos y un desvío de la cuchilla puede hacer que se pierda la pieza completa.

5.- Tras el tallado, un lijado minucioso termina la forma y da paso al marcado de la caja en la que irá el plomo y los ojos. Con un taladro de mano y una fresa pequeña se hace la caja del plomo, mientras que los ojos se hacen a mano con una broca del diámetro adecuado. También a mano, con una broca más fina, se hace el agujero en el que se colocara el vástago de las coronas y en el que ira el enganche.

6.- En lugar de la corona, se coloca con un palillo de madera para poder sujetar, se pinta con una capa de imprimación blanca y se comienza el entelado, una capa de pegamento para textil y con mucho cuidado se ha de ir estirando y dando forma a la tela sobre el cuerpo del pajarito.

Hay que jugar con la tela, moviéndola, por eso la importancia del tipo de pegamento. Una vez colocada la tela y con mucho cuidado, se pasa una llama para eliminar los posibles hilos que tenga sueltos la tela. También sirve para calentar la tela y con la ayuda de un rodillo (el mismo mechero) aplastarla para que las uniones queden lo más perfectas posible.

7.- Con un cúter de precisión quitaremos la tela de la caja de plomo y de los ojos. Estos últimos se los pegaremos con cuidado dentro del hueco que se hizo previamente.

Pegaremos la corona y el enganche bien centrado en el morro si es para calamar, o un poco más arriba si lo queremos para sepia/pulpo, por último, colocamos el plomo sin pegar y comenzamos el compensado: En una pecera llena de agua salada se introduce el pajarito enganchado ya con una grapa a la línea para poder observar la caída, reduciremos el tamaño del plomo cortándolo o lijándolo según cantidad que necesitemos quitar, hasta que la caída sea la deseada. Una vez conseguido, solo quedará la fase de pintado.

Antes de pintar hay que asegurarse que no queden hilos sueltos y que la tela está seca, después los colores del modelo en concreto, aquí entra la parte más artística de este increíble creador. Toda una obra de arte para que podamos salir a pescar con garantías de buenas capturas.