Desde hace muchos años llevo viajando a distintas comunidades autónomas de España en busca de éstas, he viajado a distintos sitios como Orellana en Extremadura, Sierra Brava en Cáceres, Embalse del Vellón en Madrid, Buendía en Guadalajara… y una larga lista pero estos son los más conocidos y seguro que os suenan.

Sierra Brava

En mis viajes a Extremadura como principal objetivo siempre ha sido Orellana, pero este embalse es bastante difícil. He ido un par de veces, y en la primera de ellas no conseguimos hacernos con ninguna captura, hicimos todo lo que sabíamos aunque no conocíamos el embalse y no acertamos. Así que cambiamos de ruta y fuimos a Sierra Brava como decimos nosotros “a quitarnos el bolo”.

El pantano nos encantó con sus encinas escondidas bajo sus aguas, que a la vez hacían la pesca más difícil, y entretenida. Ya que, en general, la pesca en Sierra Brava no es difícil, hay mucha densidad de población de carpas, y no suele ser difícil capturarlas. Entonces el añadido de las encinas hundidas da un toque de dificultad que a mí personalmente me encanta. El buscarlas en la sonda y echar la cañita cerca de ellas, siempre evitando que se enganchen es un plus.

Esta sesión hizo que nos quitáramos ese gran bolo que nos había dejado en la boca un sabor agridulce al regresar de Orellana. Finalmente, en Sierra Brava, sacamos varias carpas royales, que conseguirían que nos fuéramos con una sonrisa de esas de las de oreja a oreja. Sí es cierto que sabíamos que volveríamos a este gran embalse como es el de Orellana, y que no tardaríamos mucho.

Fue al año siguiente. Volvimos. Esta vez teníamos los deberes más hechos, y buscamos una zona mejor. La semana fue muy dura, invierno, agua, aire… que os voy a contar Orellana en su máximo esplendor, pero gracias a ello conseguí mi primera captura, una común, normalita pero que me supo a gloria.

El Vellón

Subiendo un poco al centro de la península me encantaría hablaros de El Vellón, fui invitada por una sociedad a pasar un fin de semana, y fue un amor a primera vista. Me encantó, y lo que sus aguas esconden todavía más.

Esta sesión fuimos los 3 pescadores de casa, mi hermano, mi padre y yo. Ellos son los culpables de que yo esté en este mundo de la pesca. Sin ellos no hubiera sido posible, porque desde que soy pequeña me lo han inculcado.

En El Vellón tuvimos la suerte de hacernos con carpas de gran tamaño. Además de preciosas, sus aguas esconden unas royales magníficas. Disfrutamos de un fin de semana de pesca entre dos montañas, con carpas, por suerte dimos con ellas, y tuvimos una gran cantidad de picadas. Incluso, nos permitimos el lujo de hacer dobletes.

Embalse de Buendía

Y aunque todos estos sitios me han llenado de una forma u otra, el Embalse de Buendía aparte de que está más cerca de mi casa ya que lo tengo a 2 horas escasas, tiene algo que me encanta. Son varias las veces que he ido y siempre, o casi siempre, hemos sabido hacernos con las carpas, y barbos que tienen esas aguas tan cristalinas. Me encantan los barbos y no es algo que tenga cerca de casa.

¿Será eso lo que me llama de Buendía?

Puede que sí, o que desde la primera vez he sabido hacerme con el terreno y he sabido encontrar ambos peces, carpas y barbos. Aunque aquí, como en todos lados, hay que tener cuidado, porque en España por desgracia estamos un poco atrasados a nivel de pesca, y a veces vienen a echarnos de los sitios, cuando solo estamos pescando.

Pienso que es algo en lo que tenemos que crecer y ponernos a la altura de otros países en los que los pescadores, son pescadores y no delincuentes. Me encantaría tener la solución para esto. ¿Y tú, tienes una idea?

Aroha Merenciano @carpfishingirl