Entrevistamos a Enrique Aguado, madrileño y periodista de formación, director de las revistas Trofeo Pesca y Trofeo Pesca Mar (1994-2013).
Enrique, ¿por qué la pesca?
Fue la primera forma de evasión que conocí. Me hace integrarme con la naturaleza, aprender día a día del comportamiento no sólo de los peces, sino de los animales y, sobre todo, me da claridad mental. Cuando pesco sólo pienso en el aquí y en el ahora. Si además saco peces, esa sensación se multiplica. Me encanta estar en el río.
¿Qué es lo primero que recuerdas en relación a la pesca?
Recuerdo ir al Puerto de Santander cuando tenía 5 ò 6 años y ver cómo los lugareños en verano pescaban con maruca o norte. De ahí, mi padre me compró una caña y, sin tener ni idea, empecé a sacar algún pez y a dedicar los veranos a aprender sobre la pesca de mar. Luego llegaría el río más adelante.
¿Cuál es tu modalidad favorita?
Ahora mismo me apasiona la pesca en kayak y a spinning, con cualquier especie. Junta varias sensaciones a la vez: la de la aventura y poder llegar a rincones poco visitados, el deporte, y la adrenalina de lanzar en lugares en los que no se puede llegar a pie o en embarcaciones a motor. Cuando he vivido en Florida me encantaba esta pesca entre manglares; en España lo hago en embalses.
Si tuvieras que guardar solo un recuerdo de algunas de tus jornadas de pesca… ¿con cuál te quedarías?
El primer día que pesqué en la Patagonia chilena. Me abrió una nueva dimensión de la pesca respecto a cómo la había vivido hasta ahora. Ríos sin presión de pesca, montañas sobrecogedoras, truchas y salmones de tamaños que no había visto antes; lanzar y capturar un pez tras otro con picadas brutales…
¿Tu pesquero favorito?
En España me quedo ahora mismo con el embalse de El Encinarejo y algunos otros de Jaén. Es donde tengo mi kayak y me escapo cuando puedo a pescar basses. Me encanta el protocolo de cargarlo en el coche, llevarlo hasta la misma orilla y en un par de minutos sentirme en mi paraíso particular.
Un destino al que te gustaría ir a pescar y que todavía no has visitado…
Siempre idealicé Canadá por el mito de pescar en una tierra salvaje. Aunque he podido pescar en lugares similares como Alaska o la Patagonia, me queda esa espina clavada y sigo pensando que ese destino tiene que ser único.
¿Rituales antes y/o después de pescar?
Siempre reviso dos y tres veces que llevo los básicos: alicates, línea de repuesto, gafas. Llevar muchos “por si acaso”, que nunca uso y me ocupan espacio. También tengo una manía: aunque vaya a pescar a una modalidad o una especie (a spinning, o el bass por ejemplo), siempre llevo algún señuelo y caña de repuesto para otra cosa diferente, por si se da el caso.