He de empezar contextualizando sobre el porqué de hablar del rockfishing en Canarias, y es que en los últimos años ha dado un boom brutal en sus diferentes tipos de modalidades como, por ejemplo, el ajing, técnica en la que usamos cañas de acción que oscilan entre 0,2-3 gramos, incluso algo más, llegando hasta los 5 gramos pero… lo más conocido y practicado, por lo menos, como digo, en Canarias, es el rockfishing llegando a acción de caña de 2-10 gramos. Hoy en día podemos encontrar varios tipos de señuelos para esta modalidad de pesca. Tenemos desde pequeñas cabecitas plomadas que llegan hasta 10 gramos de peso a señuelos blandos como pueden ser vinilos o paseantes tantos hundidos como en superficie.
A mí en particular me gusta poner todo mi equipo al límite desde la caña, al carrete e hilos, llegando a capturar unas preciosas sierras llamadas así en Canarias o bonitos del Atlántico (Sarda-Sarda). Algunas llegando a pesar hasta 5 ò 6 kilos siendo así por su fuerza, velocidad y voracidad, por las que más me decanto y por las que practico mucho con equipos de señuelos de fabricación propia tipo micro jig de 10 gramos.
¿Materiales que suelo usar? Hilo del 0,06 en el carrete siempre de buena calidad, fluorocarbono del 0,23mm también de buena calidad, este quizá sea el elemento más importante de todo el equipo y en el que menos atención pone el pescador novel. En este caso no suelo ponerle ningún tipo de grapas para enganchar el micro jig sino directamente anudo al jig o uso una argolla abierta de la talla mínima que se vende en cualquier tienda de pesca, carrete de 1000 y caña de acción 2-10 y 2,49 metros.
He de sentirme afortunado de vivir en la Isla de La Palma, no solo por ser la Isla Bonita, además porque también podemos encontrar catalufas, chicharros, sargos y caballas, siendo el sargo y la caballa mis principales objetivos cuando no abundan mucho los túnidos. Cuando me encuentro con ese escenario me decanto por una pesca más técnica como la del sargo (Diplodus sargus), buscándolos en las espumas y llegando a encontrar algunos de hasta 1 kg. El material cambia mucho de una pesca a otra ya que en este tipo de pesca suelo usar una cabeza plomada de 3,5 gr. de peso con un vinilo imitando un pequeño crustáceo o gusanito aunque también se pueden usar de hasta de 7 gramos de peso.
Según el escenario, puedo usar también o paseantes hundidos o pequeños micro jig de 5 ò 7 gramos. Suelo usar un fluorocarbono del 0,18, mismo equipo y sin grapas. En este caso sí que anudo directamente a la cabeza ya que engañas mucho mejor al sargo. En otro tipo de escenario llegaremos incluso a meternos en el agua para buscarlos detrás de las olas o en algunas rompientes. Llevo ya unos años practicando esta modalidad y cada día enganchan más.
Suelo practicar el captura y suelta ya que tenemos que proteger a aquellas especies que nos suelen brindar luchas muy buenas en esta modalidad. Devolverlas a su medio no solo nos garantizan “la misma lucha con el mismo pez” sino que facilitará que se reproduzcan y podamos seguir practicando este tipo de pesca en el futuro. No hay ni que decir, o quizá sí, que ser limpio en los spots donde se pesca es una obligación inherente al pescador ya que todo terminará yendo al mar y, como siempre digo, “la basura pesa más al llevar al spot que al tirar a la basura”. Debemos ser conscientes de que si nosotros no cuidamos lo nuestro nadie lo hará por nosotros.
La pesca de la caballa (Scomber scombrus) es otra pesca que también suelo practicar cuando empiezan a entrar a finales de enero hasta finales de febrero. He tenido la suerte de pescar caballas que llegan a pesar hasta 1,9 kg, capturas que se realizan atardeciendo o por la noche. Dependiendo de la zona de pesca suelo usar diferentes tipos de jig, desde plateados a GLOW por los que suelo decantarme más ya que el GLOW es brillante y les atrae muchísimo.
¿Material a usar? Suelo usar el mismo que uso con los túnidos ya que en el lugar al que voy a pescarlas suelen entrar también túnidos y… ¡más vale prevenir que curar! Con suerte, también he sacado pequeños medregales que lo apuran todo con fuerza por querer soltarse hasta, incluso, llegar a romperte la línea.
Tanto en la isla donde resido, Santa Cruz de la Palma, como en otras islas donde muchas personas practican el mismo deporte que yo, saben de lo que hablo y tendrán el mismo respeto que yo le tengo tanto al mar como al tipo de capturas que realizo.
La pesca de la catalufa (Priacanthidae) la suelo practicar normalmente por la noche ya que son peces que viven en cuevas. Su captura la realizo con bajo del 0,18 mm con cabeza plomada de 3,5 ò 4 gramos de peso, con pequeños vinilos luminiscentes, recogidas lentas, muy lentas… Sin duda es una pesca entretenida, de esas que te apetecen cuando estás aburrido.
Jonathan Pérez.