¡Bum, bum, bombear! ¡Jerk, jerk y…! De repente se dobla nuestra caña y obtenemos la ansiada picada, el depredador parando en seco el movimiento de nuestro jig y peleando sin saber cómo aquello que parecía una presa, termina pinchando y ejerciendo fuerza para sacarlo de su medio y, esperemos en la mayoría de los casos, unas humedecidas manos retornen al medio de nuevo, tras la foto y admiración de rigor.
Si has practicado el jigging, en cualquiera de sus modalidades, ya sea ligh, hard, slow o casting, sabrás a qué me refiero en las pasadas líneas. ¿Lo has practicado en Kayak? ¡Las sensaciones se multiplican, la diversión se duplica y también las posibles sorpresas!
Pocas modalidades son más polivalentes y nos pueden dar más número y variedad de capturas y especies.
Técnica
A pesar de sus múltiples posibilidades y movimientos que podemos darle a nuestro protagonista el jig, ese artefacto de plomo o tungsteno, de distintos colores, formas y pesos, que permiten precisamente darle esa multitud de recogidas, más o menos rápidas, con más o menos variaciones de velocidad, e incluso con pequeñas pausas, aprovechando el “Rolling” en caída que nos ofrecen la mayoría de estos artificiales. La técnica a la que da nombre, consiste básicamente en dejar profundizarlo hasta la capa deseada o hasta el mismo fondo y recogerlo según especie a capturar o experiencia del pescador.
Recogidas enérgicas y rápidas, con jerks cortos y secos, atraerán a todo tipo de especies, especialmente las túnidas y pelágicas.
Si por el contrario buscamos peces mas bentónicos, de fondo, o que son de “comer” más pausado, jerks largos y suaves con algunas “paradinhas”, nos depararan gratas y variadas sorpresas.
¿Qué determinará en cada momento que técnica o recogida practicar? La experiencia del pescador junto a las especies que habiten el lugar.
Hablemos en primer lugar de jigs para, no mucho más tarde, abordar experiencias, especies y spots.
Jigs
¡Si para gustos los colores, para el jigging los jigs! Más o menos alargados, estrechos, recios, uniformes, con mil formas, pesos y colores. ¿Por dónde empezar?
¡Pues por los más ligeros y polivalentes para el kayak!
Ante todo, te va a sorprender esta afirmación: al contrario que en otras técnicas y modalidades, el peso podrá ser muy mayor a la acción de nuestros equipos. Pues al no tener que lanzar el jig, sino dejarlo caer en vertical, ¡no forzaremos ni romperemos nuestros livianos equipos con jigs de hasta 60 gramos! O a veces incluso más si la deriva nos obliga.
Ello nos hace hablar precisamente de equipos.
Equipos
Para jigging ligero no serán necesarios equipos más allá de cañas de acciones comprendidas desde los 2 ò 5 gramos hasta los 20 ò 30 gramos como máximo. Se trata, como os adelantaba, de una técnica que no requiere lanzar nuestros señuelos sino más bien de dejarlos profundizar en la vertical de nuestro kayak.
Normalmente, un servidor utiliza una Kalikunnan Spinnaker de acción 7-21 con la que muevo cómodamente jigs de entre 5 y 60 gramos, aunque bien es cierto que en nuestro calmo mediterráneo no suelo sobrepasar unos más que cómodos y suficientes 40.
Acompañada por un carrete en tamaño 1000 a 2500, recomendando especialmente el Tica Flash Cast, será mas que suficiente para disfrutar de casi cualquier especie en cualquier spot.
De trenzados bastaran diámetros alrededor de 0.12 al 0.20 con bajos que si variarán en función de especie y fondo a buscar.
Escribamos un poco sobre ellos.
Spots
Aquí radica uno de los puntos más fuertes de esta polivalente técnica. Nos permite prospectar casi cualquier spot, para ser cómoda y efectiva, de a partir de 10 metros, hasta donde las limitaciones legales, de no alejarnos más de dos millas de la costa, nos permitan.
En profundidades inferiores, sería más efectivo un jig casting ahora si con jigs y pesos acordes a nuestros equipos, para lanzar nuestro engaño sin dañar el equipo.
¿Límite de profundidad? El que tengáis y consigáis dentro de la limitación de dos millas y vuestra forma física os permita. Recordad que es una modalidad muy activa y que, en determinadas profundidades y pesos, es exigente físicamente.
Si por lugares productivos os preguntáis, os diré que mi experiencia me hace buscar cambios bruscos de profundidad, “ollas” o zonas limítrofes y mixtas entre piedras y fondos arenosos.
En esta modalidad, sin duda, el uso de la sonda es determinante, tanto para localizar peces y actividad, como para marcar estas zonas querenciosas.
Especies
¡Se lió! Aquí sí que desde las más típicas como jurelas y jureles o chicharros, visos y caballas, pasando por lubinas, serviolas, arañas, lagartos, a serranos, pejerreis, agujas o espetones. Multitud de especies sucumben al buen meneo de un jig.
Como escribía en líneas anteriores, en función de la recogida, velocidad, cambios de ritmo y jerks, profundidad y muñeca del pescador, podremos engañar a multitud de depredadores que embocarán el engaño como si de un pequeño pez asustado o herido se tratara.
¿Qué os parece si finalmente hablamos de épocas del año para practicarlo?
Época del año
¡De nuevo el abanico es inmenso! Pues no es lo mismo hablar de Canarias que del Mediterráneo catalán, del estrecho o de la Costa da Morte. Mares, corrientes, especies y temperaturas, completa y radicalmente, distintas.
Generalizando, podríamos escribir que primavera y verano se presentan como la mejor época, en función de las latitudes donde pesquemos y especies a pescar.
Allí donde encontremos o intuyamos la presencia de pez pasto, presa de nuestros protagonistas los depredadores, será buen lugar y momento para practicar esta activa, divertida y polivalente modalidad.
Sea donde fuere, y con cualquier especie, os invitamos a una pesca responsable practicando la captura y suelta siempre que sea posible.
Y para ello, os invito a sustituir triples por anzuelos simples y assists, disminuyendo así el riesgo de dañar en exceso nuestra captura y facilitar el desanzuelado. Incluso os sorprenderá saber que especialmente en esta modalidad, tiene más ángulo de clavada y menor riesgo de pérdida de captura, el uso de assist simples que de triples.
¡Mucha escama y mejores sueltas!
Joan Torre.