Entrevistamos a José Luis Bruna, presidente de la Federación de Pesca y Casting de España y descubrimos cómo surge su vínculo con la pesca.

Presidente, ¿cuál crees que es el estado de la pesca recreativa actualmente?

Bueno, yo creo que está un poco amenazada. La tendencia es echar a la gente de los ríos y del mar.

¿Por qué digo eso? Pues porque hay una serie de personas y grupos radicales, a los que no les gusta que los pescadores estemos en los ecosistemas acuáticos, porque al final ellos no pueden acceder con tanta facilidad a las subvenciones que se les otorga para hacer “supuestas” investigaciones del estado de los ecosistemas acuáticos y digo “supuestas”, porque no tienen rigurosidad y, frecuentemente, contrastan con lo que nosotros vemos en los ríos y en los mares.

Además, las incidencias negativas que tienen los ecosistemas acuáticos las tienen principalmente por otras actividades que no son la pesca recreativa ni la pesca deportiva, y aún más cuando en la pesca deportiva se hace todo bajo la máxima del captura y suelta y en la pesca recreativa también en bastante proporción, sobre todo en los ríos.

Sobre la pesca recreativa y la deportiva, hoy en día los pescadores recreativos no tenemos ninguna representación institucional, los deportivos tienen a la federación, pero los recreativos no tenemos a nadie. ¿A qué crees que se debe esto?

Pues porque los pescadores somos un poco tendentes al individualismo y no somos muy dados a unirnos. Quiero confesar que he competido en muchos deportes pero jamás en la pesca.

¿Por qué me metí en el mundo federativo? Pues porque las instituciones que rigen la pesca deportiva, es decir, las federaciones tienen una naturaleza jurídica muy peculiar que le otorga mucha capacidad para poder hacerse oír y representar a todos los pescadores, no solo a los deportivos, también a los recreativos.

Entonces, lo que echo de menos es que los pescadores recreativos no se den cuenta de esto y no se federen, porque al final una licencia federativa cuesta un par de gin tonics, y sin embargo eso haría que la potencia de la institución tuviera mucho más peso y mucha más fuerza.

Hoy en día si no tienes músculo social/político no tienes nada que hacer. Nosotros, en su momento, organizamos una contestación importante cuando intentaron tirar adelante una ley que no tenía en cuenta ni los intereses ni la actividad ni el peso socio económico de la pesca deportiva y recreativa y metimos más de trescientas mil personas en Madrid.

La ley se modificó, no como queríamos pero se modificó bastante y eso demuestra que en este país no importa si tienes razón o no, si no que lo que importa es si tienes capacidad de coacción y eso para mí es negativo porque cada dos por tres se monta el lío. Pero es que si no montas el lío no te hacen ni caso.

Has nombrado las movilizaciones y pienso en el papel del “mercado” (las marcas, fabricantes, tiendas etc…) y lo que se vio es que apenas hubo presencia, todo el mundo se preocupa pero nadie hace nada y las marcas incluso están abandonando el país. Muchas retroceden y se posicionan en el mercado pero desde su país, o desde terceros. Pienso en Daiwa que no tiene presencia en España. Venden desde Francia, lo mismo que muchas marcas italianas. O incluso Rapala que apenas tiene un almacén logístico en nuestro país. ¿Qué opinas de ello? 

El mundo ha cambiado. Hoy en día, la venta por plataformas digitales ha crecido y se expande con bastante fuerza, pero claro, Daiwa no es una marca francesa, es una marca japonesa y claro, que esté en Francia pero no en España tiene una explicación que yo no alcanzo.

Porque yo no entiendo que siendo como somos, referente mundial en cuanto a pesca deportiva en prácticamente todas las especialidades y subespecialidades (ni te cuento en salmónidos y costa donde somos potencia mundial) por qué las marcas no se muestran con la fuerza que lo hacen en Francia o en Italia.

He estado en la Feria de Vincenza y estaban todos. Había dos pabellones enormes llenos de marcas, actividades, guías, de todo. Pero claro, hay que entender que en nuestro país tenemos una diversidad de normas contradictorias incluso dentro de una misma comunidad que genera mucha dificultad para ejercer una actividad deportiva y/o de ocio como es la nuestra que además es milenaria.

Ahora mismo parece que tienes que llevar una camioneta con todas las normativas de todo el país para que no te pillen en una situación no regular y esto es otra problemática. Entonces en lugar de facilitar una actividad, que como he dicho es milenaria, desde los orígenes de la humanidad, que ha convivido con la naturaleza y con el medio ambiente con los ríos y con los mares en perfecta comunión, ahora todo son normas restrictivas como si nosotros fuéramos los causantes de la problemática.

Hombre…  científicamente está demostrado que lo que perjudica en los ríos a las especies que habitan en los cursos fluviales, es la situación hidromorfológica del río, ni siquiera la cantidad y calidad del agua, es mucho más impactante la situación hidromorfológica, que también incluye la cantidad de agua. Pero claro, si a un río lo dominas a base de ponerle trabas y presas, pantanos y demás (que también son necesarios hoy en día los pantanos) no le eches la culpa a la pesca.

Sé realista y échale la culpa a lo que es. Y si hay que echar abajo presas o no, eso tendría que ser la consecuencia de un debate a fondo y honesto entre todas las partes para ver cuál sería un plan hidrológico nacional que fuera, como digo, consecuencia de un estudio honesto y  profundo. Mientras tanto no se le puede echar la culpa a quien no lo tiene.

Te quería preguntar por una lacra que lleva a los políticos a apretar las regulaciones: el furtivismo.

Con un convenio de colaboración entre los que creemos que el furtivismo es una lacra y que no solo perjudica la vida de los ecosistemas acuáticos, sino que además perjudica nuestra imagen, y las administraciones públicas y las asociaciones y sociedad y federaciones que representan a la pesca deportiva y recreativa, podríamos luchar contra ello, podría funcionar francamente bien.

Ya se hizo un estudio con la Universidad de Gerona y la Universidad de Barcelona en el río Segre. Durante cinco años seguidos se estuvo analizando y estudiando la situación de tres tramos del río. Uno era vedado de pesca, el otro, captura y suelta y, el tercero, tenía un cupo de tres o cuatro truchas.

En los tres casos, invariablemente cada año, daba el mismo resultado. Se hacían muestreos antes de empezar la temporada y después de acabada y el que peor estaba era el que tenía una veda completa, donde no se podía pescar. El que mejor era el de captura y suelta pero no con mucha diferencia con respecto al que sí se podía “matar el pez”.

Evidentemente, en el sitio donde no se puede pescar no hay pescadores y si no hay pescadores el furtivo puede acceder con más facilidad, porque nadie le va a llamar la atención ni le va a denunciar. Pero es que además los guardas van a donde están los pescadores para pedir permisos, ver si cumplen la norma, si tienen la licencia y además generan informes de cómo está la guardería. Pues está bien, porque durante el día de hoy los he visto tres o cuatro veces pero claro, donde no hay nadie, no van porque piensas, para qué voy a ir si no hay nadie, y aquí está el error porque se convierte en coto de  furtivos.

Cuando hicimos un convenio entre la Generalitat Catalana y la Federación de Pesca, había una guardería fluvial que estaba organizada por la Federación de Pesca que a su vez estaban conectados con la autoridad, guardas forestales o rurales. Cuando éstos veían algo, y se dedicaban exclusivamente a esto, pillaban a los furtivos, hasta que un cambio político lo derribó todo.

En Galicia, estos últimos meses, se ha formado un tremendo revuelo, porque la Federación ha activado una normativa antigua, que no se había activado hasta ahora… 

Yo soy muy claro, soy un de los locos del captura y suelta. Fui uno de los fundadores de AEMS (Asociación para el Estudio y Mejora de los Salmónidos), el primer presidente de AEMS en Cataluña y siempre he dicho que lo que hay que hacer es convencer y no vencer. Es decir, lo que hay es que seducir a la gente para que entienda que una manera determinada de practicar la pesca es posible.

Aunque no sea la solución definitiva, si llama la atención, tanto desde el punto de vista mediático como desde el punto de vista de la administración que tiene la competencia en la gestión de los ecosistemas acuáticos ya hemos ganado. Para mi prohibir es una confesión de incapacidad, un fracaso intelectual, eso por un lado. Por otro lado, creo que hay que procurar que la acción de pesca se haga de la forma más sostenible. Y digo y sostengo que no es la solución pero si es una actividad que ayuda no solo a que haya más peces, sino también a que se genere un ejemplo para que se vea que somos los primeros en sacrificarnos para que el medio ambiente esté en mejor estado.

También reconozco que la federación territorial tiene sus competencias y es libre de disponer de la normativa que sea aprobada en esa federación. Pero creo que es un error, que aunque seguro que lo hacen con la mejor voluntad del mundo, se equivocan rotundamente, porque esa política lo que va a generar es rechazo. Rechazo al captura y suelta y rechazo a la regulación. Además creo que no es o no debería ser objetivo de la federación lo que vayan a hacer sus pescadores fuera de sus competiciones oficiales. 

¿Cómo ves el relevo generacional?

Pues lo vemos con muchísima preocupación. Hoy en día, hay tantos sistemas de distracción en casa, los videojuegos, internet… y lo que no puede ser es que sean la única actividad porque al final se va a producir una fractura, una separación entre el ser humano y la naturaleza que al final es nuestra casa.

«Creo que se debería facilitar el acceso de los más jóvenes a la pesca«

José Luis Bruna

Si nosotros no conocemos nuestra casa, pues acabaremos destrozándola, incluso más, incluso sin darnos cuenta. Creo que en las escuelas deberían favorecer la pesca como una actividad, que es cosustancial con el ser humano desde sus inicios hasta aquí y que ha evolucionado igual que ha evolucionado el ser humano.

Creo que se debería facilitar el acceso de los más jóvenes a la pesca, que se debería facilitar la enseñanza de la pesca y de los ecosistemas acuáticos en las escuelas para que los niños supieran por qué respetar algunas cosas y por qué no hacer otras. Y hacerlo de una forma divertida, de forma que los chavales lo capten y lo lleven en su desarrollo como seres humanos.   

¡Muchas gracias por el ratito José Luis! ¡Seguimos en contacto!