¡Vaya, vaya, aquí no hay playa! Como bien decía Bernardo Vázquez, vocalista de Los Refrescos en 1989. Y es que con la cantidad de playas que tenemos en nuestras costas, no dejo de ver a la inmensa mayoría pescando calamares desde rocas y espigones. Sin saber o sin darse cuenta de que los calamares también se pasean por las playas en busca de alimento. Playas con fondo arenoso, fondo con roca, con posidonia o fondo mixto, no hay excusa para que el calamar no esté por ahí pululando y zampando todo lo que se mueve delante de él.

Las playas son uno de los lugares donde más calamares podemos encontrar en la misma orilla desde el escaso palmo de agua, hasta los 4 ò 5 metros de profundidad a 40 metros de donde comienzan a mojarse nuestros pies. Pescar desde la playa no solo es cómodo, sino que además nos permite una movilidad segura sin riesgos ni preocupaciones y ya no te digo la tranquilidad que se respira durante la jornada de pesca. ¿Acaso hay algo más romántico que ver el atardecer en la playa, acompañado por un calamar o varios calamares “en sus tintas”?

Muchos dirán que como no hay postes con luz fija en la playa pues no hay pez pasto y por consiguiente no hay calamares… ¡ERROR! Pez pasto hay y habrá por toda la costa. El calamar se mueve por la costa en busca de alimento, se mueve en busca y captura de sus presas. Y si estás en una playa de fondo arenoso sin apenas movimiento de peces, no quiere decir que el calamar no vaya a pasar por esa zona. 

El calamar no acude desde las profundidades hacia un punto de la costa, el calamar se recorre toda la costa de un lado hacia el otro. No se queda en un único sitio esperando a que tú le lances el señuelo para poder agarrarlo, (cosa que hoy en día muchos piensan… y no es broma…), tampoco espera a que le lances el último modelo de señuelo con gps incorporado y tela mega molona súper guay, para poder abalanzarse sobre él. El calamar pasea, se mueve, busca y curiosea cuando le llaman la atención. Y si esa atención se la crea tu señuelo y añades unos movimientos que imitan al pez que representa tu señuelo, … bingo, calamar enganchado. ¿Y qué me dicen a la hora de traer el calamar hacia la orilla? una maravilla verlo aproximarse hasta donde el pequeño vaivén del mar desvanece en la arena y, sin usar una sacadera, simplemente estirar un poco la línea y ya lo tenéis en la orilla sin rechistar.

Yo acostumbro a pescar tanto desde playas de piedra redonda hasta playas de arena. En España me muevo por playas con alguna zona de posidonia, porque entre la posidonia está su alimento y, sobre todo, en época de reproducción pues las huevas suelen estar entre la posidonia o en algún hueco de alguna roca. Pero donde más disfruto es sobre un fondo arenoso; la sensación de poder jugar con el señuelo arrastrándolo por el fondo, con pequeñas pausas y jerks muy cortos para emular a un pez comiendo de la arena… eso es bocatto di cardinale para los calamares, sobre todo si utilizas un señuelo que imita a un salmonete. O una recogida lineal cambiando ligeramente la velocidad de recogida con un señuelo imitando a una lisa o, cambiando bruscamente la velocidad de recogida durante una recogida lineal mientras mueves el señuelo en plan paseante hundido con un señuelo que imita a una caballa. En Inglaterra busco playas de fondos mixtos o solo fondo rocoso, ya que me permite “rascar” el fondo sin llegar a perder el señuelo. 

Desde la playa no es todo tan fácil como lo pinto. Hay algunos trazos del lienzo que son un reto, como por ejemplo las corrientes y las subidas y bajadas de la marea. En el Mediterráneo el tema subida y bajada de la marea no afecta mucho, pero en el resto de la península sí. Por lo general, el calamar entra en la costa hora y media antes del pico de marea alta hasta dos horas después, activos y voraces buscando alimento. Luego cuando regresa la marea baja, no tiren la toalla, el calamar sigue ahí, pero a ras de suelo, en el fondo buscando al pez pasto que se oculta entre las piedras o posidonia. Así que, no desesperen si no han chequeado la tabla de marea y se encuentran con escasos metros de agua. El calamar, siempre que haya pez pasto pululando por ahí, estará acechándolos incluso en un palmo de agua, literalmente en un palmo de profundidad. No es la primera vez que veo un calamar atrapado en una piscina natural creada tras la bajada de la marea.

También tenemos las corrientes que en algunos casos son algo fuertes y pueden dificultar la bajada del señuelo. Muchos optan por colocar un plomillo de varios gramos delante del señuelo en la línea, otros enganchan directamente el peso al plomo del señuelo o al emerillón . Yo he llegado a poner 20 gramos de peso para que pudiera bajar 5 metros de profundidad, imaginaros la corriente. Por eso, cuando llegas a una playa, lo primero que has de hacer, antes de nada, es observar y estudiar bien a lo que te enfrentas. Mira la visibilidad que hay en el agua, observa si hay corriente y la fuerza que tiene, si conoces el fondo entonces juega con la corriente, si no conoces el fondo, toca lanzar con un señuelo malo y rascar el fondo para ver lo que tienes abajo. Aunque en este último caso, siempre recomiendo aprovecharse del maravilloso GOOGLE EARTH, donde podéis perfectamente estudiar el fondo marino de la zona que vas a pescar y más aún, si las imágenes son cuando la marea es baja ya que podréis ver con nitidez el fondo el cual vais a trabajar. 

Una vez que hayas analizado todas las posibilidades, toca lanzar siempre a favor de la corriente y nunca en contra.

¿Por qué lanzar a favor de la corriente? Pues porque a la hora de recoger el señuelo , el señuelo navegará en contra y tendrás control absoluto sobre él, mientras que si lanzas en contra de la corriente, el señuelo no tendrá ninguna resistencia puesto que la corriente “empuja” el egi hacia ti, provocando que no tengas ningún control sobre tu señuelo, el trenzado no estará en tensión por lo que hará que recojas inconscientemente más rápido y al no haber tensión en el trenzado, lo más  seguro es que cree un bucle en la bobina y posible peluca al lanzar de nuevo.

Si llegas a la playa y ya ves otras personas pescando, pregúntales si hay corriente y hacia dónde va. Ya de paso, si es tu primera vez en esa zona, pregunta por el tipo de fondo, así evitas llevarte disgustos a la hora de recoger.

En zonas de playa donde haya profundidad y con fondo mixto/rocoso, recomiendo hacer los deberes en verano si no conoces la zona. Con deberes me refiero a que bucees la zona para ver las posibilidades a la hora de capturar cefalópodos.  No hay nada más maravilloso que tener una roca grande con posidonia a menos de 40 metros, porque eso indica que el calamar estará alrededor de ella y más si es época de reproducción. Así que, en verano, aprovechad que la temperatura del agua es ideal para bucear y estudiar vuestros fondos marinos. Anotar en una libreta cualquier referencia o dato para luego poder utilizarlo como ayuda durante la temporada de calamares. 

Traer una caña de surfcasting con boya luminosa además de tu equipo de eging, es una buena idea. Mientras dejas que la boya haga su trabajo sosteniendo el egi, puedes ir haciendo eging con la otra caña. En el momento que veas desaparecer la luz de la boya, voilá, calamar enganchado.

Una cosa que suelo hacer en zonas de playa donde no hay nadie más pescando, de ahí la importancia de investigar y aventurarse a localizar nuevas zonas de pesca… es que siempre puedo engodar la zona donde vaya a estar paseando mis señuelos, para atraer al pez pasto. 

Engodar o engoar, para aquellos que se inician en la pesca, es atraer al pescado con “golosinas”, cebar el pescado mediante diferentes masillas de harina con restos de peces y algún que otro ingrediente más. Sobre todo, en las zonas donde creas que va a haber poca actividad cefalópoda. 

La manera de tener éxito en usar este tipo de cebado es que la masa sea más bien pastosa para que baje al fondo y se disuelva lo mínimo mientras profundiza esos escasos metros. Si estáis en zonas donde la marea baja es notoria, lo mejor es esperar a que la marea baja se haya presentado en su punto más bajo, meterse dentro de la playa, (donde luego el mar cubrirá cuando venga la marea alta) y buscar alguna zona donde haya roca o vegetación marina para colocar el engodo. 

No se os ocurra quedaros ahí esperando a que suba la marea, iros a casa u os vais a dar una vuelta durante esas horas de espera y luego volver. De ahí la importancia de buscar zonas nuevas donde nadie vaya, para poder deleitarse de una buena pesca asegurada sin espanto a que el sitio esté ocupado por más gente cuando volváis.

Bueno, no me voy a alargarme más. La playa es uno de las zonas donde más calamares puedes llegar a capturar si das con la zona idónea. Y para lograrlo, hay que salir en busca de nuevas zonas y probar, no solo una vez sino varias veces hasta que des con tu tesoro, y eso es lo que tenéis que hacer a partir de ahora. No os preocupéis si no pescáis calamares en más de una ocasión. Parte de la belleza de esta modalidad es el buscar nuevos sitios alejados de las zonas comunes y probar una y otra vez. No será por falta de playas en nuestras costas.

Román Gancedo.