La pesca deportiva en Canarias es una actividad que atrae a numerosos aficionados, tanto locales como turistas, debido a la riqueza y diversidad de sus aguas.

Entre las modalidades más populares se encuentra el spinning, una técnica que se practica por el mundo entero, por su dinamismo y por la posibilidad de capturar diversas especies y tamaños.

En este caso, el abade (Mycteroperca fusca) como captura emblemática y desafiante para los más apasionados de esta práctica. 

El spinning es una técnica de pesca que consiste en lanzar y recoger continuamente dándole vida con diferentes recogidas y tirones de puntera de nuestra caña a un señuelo artificial, fabricados de diferentes materiales como plástico, vinilo, madera, hierro, plomo, etc.

Existe una amplia variedad de coloraciones, desde naturales con semejanza a peces pasto, como colores artificiales vistos que se asemejan muy poco a sus presas, todo esto para intentar atraer a los depredadores.

Este método requiere un equipo específico, como cañas ligeras y flexibles, carretes de alta calidad y una variedad de señuelos diseñados para imitar el comportamiento de las presas naturales tanto para ser apetecibles, como por el contrario irritante, y despertarles así su lado más agresivo.

La versatilidad y la constante actividad que demanda hacen del spinning una modalidad especialmente atractiva para quienes buscan una experiencia de pesca activa y emocionante.

Hábitat: comportamiento y dieta.

El abadejo habita principalmente en zonas rocosas, frecuentando cavidades donde encuentra refugio y alimento.  Vive en solitario, a media profundidad (hasta los 200 metros) en aguas templadas. Es un pez muy territorial, que incluso puede enfrentarse de manera virulenta con otros machos.

 Su dieta se compone de peces más pequeños, crustáceos y cefalópodos, lo que lo convierte en un depredador voraz y astuto.  Los pescadores de spinning encuentran en estos hábitos una oportunidad única, ya que los señuelos adecuados pueden imitar a las presas del abadejo, incrementando las posibilidades de captura.  Es un pez carnívoro que se alimenta de crustáceos, moluscos, larvas de peces y gusanos marinos.

Reproducción:

El abade es hermafrodita: nace siempre siendo hembra y pasa a ser macho a medida que crece. Es ovíparo y desova en aguas abiertas. Su crecimiento y madurez es más bien lenta, pero de vida larga, con edades registradas superiores a los veinte años.

Un Tesoro de las Aguas Canarias.

El abade puede alcanzar unos ochenta o noventa centímetros de longitud, pero la media se sitúa en los setenta centímetros. El macho es de mayor tamaño que la hembra. Su cuerpo bicolor, en tonos plateados y marrones con numerosas manchas, le permite mimetizarse fácilmente con el fondo rocoso marino.

El abadejo (abade), es un pez óseo, de la familia de los serránidos, común en las aguas del Atlántico y especialmente abundante en el Archipiélago Canario.

Este pez destaca por su tamaño y fuerza, le convierte en un desafío para cualquier pescador.

Equipamiento y Técnicas:

Para tener éxito en la pesca del abadejo con la técnica de spinning, es crucial contar con el equipo adecuado.

Una caña de acción rápida y potente, combinada con un carrete robusto con protección al agua salada, estanco y materiales de gama alta anticorrosivos. Una línea de sedal resistente, es esencial para manejar la fuerza de este pez. Los señuelos más efectivos suelen ser los jigs y los vinilos, imitan a la perfección el movimiento de su alimento.

Estrategias de Pesca:

 El conocimiento del comportamiento del abadejo y de su hábitat es fundamental.

Los pescadores experimentados saben que los mejores momentos para capturarlo son durante el amanecer y el atardecer, cuando estos peces están más activos y en busca de alimento. Además, las zonas rocosas son los lugares ideales para practicar el spinning, ya que es aquí donde el abadejo encuentra refugio y caza con mayor frecuencia.

Conservación y Sostenibilidad:

Aunque la pesca deportiva es una actividad recreativa, es esencial practicarla de manera sostenible. El abadejo es una especie que puede verse afectada por la sobrepesca, por lo que es importante seguir las normativas locales y promover la pesca responsable.

La captura y liberación de ejemplares, así como el respeto por las tallas mínimas permitidas, son prácticas que contribuyen a la conservación de esta especie y al equilibrio de los ecosistemas marinos. 

¿Sabías que…?

En su entorno natural no representan peligro alguno para el ser humano.

Su carácter es territorial y solitario, sin embargo, hace que tolere poco la presencia de otros peces intrusos, sobre todo si también son territoriales.

Experiencias y Testimonios.

Numerosos pescadores han compartido sus experiencias y técnicas para capturar el abadejo en las aguas canarias.

Muchos coinciden en que la paciencia y la observación son claves. Yo, como pescador local y con algo de experiencia con ellos, relato cómo el conocimiento del entorno y la elección correcta del equipo han sido determinantes en exitosas jornadas de pesca.

“Cada salida es una nueva aventura, y cada abadejo capturado representa el esfuerzo y la pasión por este deporte»

Mi experiencia:

“Ese día llegué al spot y me dispuse a analizar dónde me encontraba, mirando para ambos lados, para decidir así donde haría mis primeros lances. Localicé un islote sumergido, una roca grande que estaba cubierta por el mar, a unos 5/6 metros del veril.

Ése era un buen punto para empezar a intentarlo, al lado derecho e izquierdo de dicho islote, lanzando pegado a él.

Suelen aprovechar esto para refugiarse de corrientes y descansar, o todo lo contrario, aprovechar esas corrientes para cazar, todo dependerá del punto en el que se encuentre. También pueden obtener cobertura, esconderse y acechar a posibles presas.

En el primer lance que hago, con calma dejo llegar mi vinilo al fondo y comienzo a recoger con alegría. Después de unas vueltas de manivela, no obtengo picada, así que decido abrir el pick up del carrete para dejar que salga la línea nuevamente, así el vinilo vuelve a descender hasta tocar fondo libremente.

Una vez toca el fondo, vuelvo a repetir la operación anterior, recogiendo alegremente para ir recuperando el vinilo, bastaron pocas vueltas de manivela de mi carrete para obtener la primera picada. Algo arremete fuertemente el vinilo, frenando dicha recogida, respondo con un tirón largo y brusco de mi caña, levantándola y apuntando al cielo, buscando clavar al pez, en acto de acción – reacción, pero no logro clavar al ejemplar.

Dudo un poco, pero decido recoger rápido para volver a lanzar justo en el mismo punto, por si aún seguía ahí (que era muy probable) y repetía el ataque, ya que no se había pinchado (picado).

En esta ocasión fue tocar el fondo el vinilo, dar apenas dos vueltas de manivela y ahora sí, está vez arremetió atrapando bien el vinilo y embocando el anzuelo, con suerte para mi.

Respondo a ese ataque con un brusco vareo de mi caña, un tirón corto pero seco de mi vara la cual arquea brutalmente, activando el freno del carrete, sacando unos 10 metros de línea sin parar.

Se detuvo rápido, y comencé a bombear el peso del animal sin tregua para él, acompañando está acción con vueltas de manivela del carrete cada vez que iba a perder la tensión del hilo, ya que es lo que me conectaba directamente con él, evitando así la posible suelta o la búsqueda de grietas o cubiles.

En un corto tiempo logro subirle a la superficie y alucino cuando emerge un gran abade. Una gran captura, un gran momento, y una maravillosa experiencia.

Como no podía ser de otra manera, me dispongo a sacarle alguna foto muy rápido.

Inmortalizando el momento para el recuerdo, mientras le mantengo en un charco para que se oxigene y devolverle lo antes posible a su profundo hogar sano y salvo”.

Conclusión

La pesca a spinning en Canarias, y el abade como uno de sus principales atracciones, es una actividad que combina emoción, desafío y un profundo respeto por el entorno natural.

Para los pescadores, la captura de este majestuoso pez no solo es un logro deportivo, sino también una forma de conectar con la rica biodiversidad marina del archipiélago.

Con la práctica responsable y el uso de técnicas adecuadas, la pesca del abadejo seguirá siendo una experiencia gratificante para las generaciones venideras.

En definitiva, el abade no es solo una captura; es un símbolo de la riqueza de las aguas canarias, y su pesca representa el equilibrio entre la tradición, el deporte y la conservación.

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Por Yeray Rodríguez Rodríguez