Es raro que alguien a quien le guste la pesca hoy en día no haya oído hablar del Eging. Esta técnica tan de moda no es más que el Spinning marino destinado a pescar cefalópodos. Hay muchísimas maneras de capturar calamares y sepias/chocos, pero la que usa este nombre es exclusivamente la que se realiza lanzando un egi, también llamado “pajarito”, con una caña ya sea desde orilla o desde embarcación.

El señuelo que le da nombre a la técnica es un señuelo que incorpora unas agujas en sustitución de los anzuelos de los cebos tradicionales con una forma jorobada para que pesque de manera adecuada en la acción de pesca. Normalmente incorpora un pequeño plomo debajo de los ojos que ayuda a que su descenso al fondo sea siempre lento en la forma que atrae a los calamares, hablamos de un tipo de señuelo que se ha ido mejorando durante más de 5 siglos.

El Eging es una técnica que nos llega desde Japón, allá por la época de los Samuráis. Ellos practicaban la pesca de los calamares de arrecife como el “Golf” de la época y construían sus primeros egis con madera tallada colocándole una moneda a modo de plomo. Después de más de 500 años este tipo de pesca sigue siendo muy popular en el país nipón y ahora mismo una tendencia en el resto del mundo.

En España no nos quedamos atrás, tenemos una larga tradición de pescar calamares y grandes artesanos de egis. Actualmente, esta técnica esta captando la atención de pescadores de otras técnicas por su diversión y, sobre todo, por sus virtudes culinarias. 

Como ya hemos dicho el EGING es la pesca al lance de cefalópodos y usamos para ello equipos ligeros de spinning con hilos en diámetros mucho más finos a lo que estamos acostumbrados. Es una pesca más entretenida ya que tenemos que animar el “pajarito” para que simule ser una presa. Esta acción la haremos dando pequeños golpes de caña para que cree la ilusión de un pequeño pez o camarón huyendo en zigzag.

Cuando hablamos de equipos para pescar, tenemos que tener clara una cosa, podemos pescar con cualquier equipo ligero de Spinning en nuestros inicios y trataremos de adaptar nuestros equipos a las exigencias de la técnica cuando ya tengamos experiencia en ella. Un equipo de Spinning ligero que lance hasta 25 gramos será más que suficiente e incluso es mejor no superar ese peso de lance. Las cañas serán de entre 2,50 y 2,90 metros, siendo las de 2,60 a 2,70 las más habituales en esta pesca.

El carrete debe ser lo más ligero que podamos ya que en esta pesca prima la ligereza al poder del carrete, no creo que tengamos la pelea de nuestra vida con un calamar. Carretes de talla 2.500 a 3.000 serán perfectos. 

Personalmente, estoy muy contento con la Shimano Shepia BB que acompaña al carrete Shimano Shepia BB 3000 como un conjunto perfecto para dar el salto a un equipo de Eging de calidad.

Cuando hemos hablado de hilos finos lo hemos hecho con motivos. Debido a los tecnicismos de la pesca lo voy a resumir rápidamente. Lanzaremos señuelos de 20 gramos con un hilo diseñado para lanzar señuelos de 5 gramos. Siempre trataremos de usar de entre un 0,08 a un 0,14 mm de hilo trenzado como principal y poner un bajo de fluorocabono de “leader” de entre el 0,22mm a 0,28mm, pudiendo superar estos diámetros cuando pesquemos en malas condiciones o con mucha roca en nuestro escenario. Un truco muy importante es que el nudo del bajo nunca entre en la primera anilla al lanzar el señuelo, así ganaremos unos metros de más en cada lance.

Algo curioso de los egis es las manera de referirnos a sus tamaños ya que no son medidas normales como en otros señuelos de pesca. Las medidas irán desde el 1.3 al 4.0 siendo el 3.0 y el 3.5 los más habituales para pescar en la época de calamares y sepias/chocos. Pensad que la medida de estos egis se hace en “Sun” que representa aproximadamente unos 3 cm, así que un egi de 4.0 medirá aproximadamente unos 12 cm. Elegiremos el tamaño adaptándolo a de nuestro objetivo subiendo el tamaño cuando los cefalópodos a capturar sean mayores.

Para elegir los colores de nuestros señuelos solo tenemos que adaptarlo a las condiciones lumínicas y al color del agua. Decir “solo”, en este caso, es cuanto menos atrevido porque es el debate más común entre los pescadores de calamares.

Usaremos colores llamativos para las aguas tomadas y colores naturales para aguas claras.

También adaptaremos el color del cuerpo, sí, también tiene un color llamado “bodycolor” no solo existe en la tela exterior. Tendremos que elegir los colores de dicho cuerpo adaptándolo a la luminosidad del entorno, iremos de plateados o transparentes en momentos de gran luminosidad y tirando a los rojos y violetas en momentos con menos luz, pasando por dorados e incluso el color arcoiris para cuando no sabemos qué poner.

El pistoletazo de salida para este tipo de pesca llega con el frío, aunque en algunas zonas los tengamos todo el año, el comienzo del invierno es, sin duda, el momento en el que están más activos y se acercan más a nuestras costas. Para no rompernos la cabeza, siempre trataremos de ir a pescarlos en los amaneceres y anocheceres ya que es el momento de mayor actividad para los calamares. Las sepias/chocos son más diurnas pudiendo pescarlas a plena luz del día sin demasiado problema. 

Las zonas de entre 2 a 8 metros con acceso a aguas profundas siempre son las más querenciosas para esta técnica, sin dejar nunca de lado todas en las que tengamos luz por la noche. La luz durante la noche en construcciones hechas por el hombre son un letrero luminoso para los calamares, así que zonas exteriores de puertos, sin lugar a dudas, serán las mejores para esta pesca.

Ya tenemos todo lo necesario para poder tentar a estas escurridizas criaturas así que solo nos falta lanzar todo lo lejos que podamos y esperar a que el egi se pose en el fondo. Una vez sintamos esto, daremos de 3 a 5 pequeños golpes con la puntera de la caña y dejaremos de nuevo que regrese al fondo. Esto lo repetiremos durante toda la jornada siempre manteniendo la tensión de la línea durante el descenso para poder notar sus sutiles picadas.

A la hora de la picada es bueno dar un pequeño cachete, siempre teniendo el freno del carrete algo suelto, para no romper un tentáculo al calamar. Una recogida lineal continua es importante y sobre todo tener mucho cuidado de no ponernos perdidos de tinta al cobrar la pieza a ras de agua.

En cuanto a zonas de pesca, en todos los sitios donde tengamos peces pasto podremos encontrar tanto calamares como sepias/chocos. Los calamares siempre son mas propensos a desplazarse de zonas profundas a aguas más someras mientras las sepias suelen quedarse en las mismas zonas sin moverse demasiado.

No tengamos ninguna objeción para pescar en playas poco profundas o en zonas de acantilados, yo siempre digo: “si puedes pescar una lubina, puedes pescar un calamar”, aunque las zonas cercanas a zonas profundas serán las mejores junto a las hechas por el ser humano y que tengan luz artificial por la noche.

Si queréis una recomendación, id a zonas populares al iniciaros en esta técnica y cuando llevéis tiempo podéis ir a investigar zonas nuevas.

Quiero en estas líneas romper una lanza en favor de las buenas prácticas. Por favor, respetad las tallas, no solo las mínimas por ley sino las mínimas lógicas para que sigamos disfrutando de este deporte durante muchos años.

¡MUCHA TINTA!

Joseba Ruiz