Son muchos los pescadores que se realizan ésta pregunta, a veces eterna, otras veces resuelta sin más y de forma fortuita con la picada de varios peces seguidos, marcando un patrón claro. Los wake-baits (casi literalmente del inglés al español, “cebos levantadores”) son swimbaits mono o multiarticulados con pala, como hemos visto en el anterior artículo, y que suelen trabajar desde la superficie hasta los 2-2´5 metros de profundidad, por supuesto, sin modificaciones posteriores, solo de serie.
Tienen un movimiento bastante diferente a un glidebait (el swimbait duro sin pala), mucho más parecido a un crankbait o jerkbait de pesca generalista que a un swimbait, serpenteando y generando a su vez altas vibraciones por acción de la pala. Esto les dota de unas características muy apropiadas para determinadas ocasiones o escenarios y condiciones que veremos a continuación.
Cuándo usar wake-baits: Agua y viento
Aunque pueden ser utilizados en diferentes ocasiones, el momento en el que los wake-baits dan la talla es en aquel de aguas relativamente batidas, con más o menos viento, y aguas claras o ligeramente tomadas (recordemos que los swimbaits no se llevan muy bien con las aguas turbias). Es allí donde puede ser una buena baza para pescar ése pez buscado.
Estructuras, ¿sí o no?
Aunque las estructuras (muelles, pantalanes, rocas, fondos rocosos, etc) puedan ser propias para otros swimbaits, no olvidemos de la versatilidad de estos señuelos y su semejanza a los crankbaits, por lo que de forma paralela éstos “targets”, “spots” o puntos de pesca son excelentes lugares para pescar con wake-baits, realizando lances en paralelo o incluso por debajo de las estructuras, provocando picadas por reacción al pasar cerca del apostadero de caza del pez en cuestión, que se lanzará sin remisión a por nuestro wake-bait.
¿Coberturas? ¡A por ellas!
Igualmente, en zonas de poco calado, con vegetación sumergida o semisumergida, palos o árboles, etc. los wake-baits tienen especial relevancia, puesto que son señuelos flotantes, algo indispensable para evitar esos obstáculos en la medida de lo posible, y a su vez, para mantenerlos casi indefinidamente situados cerca del obstáculo totalmente inmóviles sin llegar a enganchar en el fondo (el gran temor de aquellos que os estáis iniciando en éste apasionante mundo del swimbait).
En qué época podemos utilizarlos
Fundamentalmente todas menos el invierno, aunque existen excepciones, pero serán primavera, verano y otoño los mejores momentos para la utilización de estos señuelos con pala. En concreto, primavera y otoño son dos muy buenos momentos para utilizarlos, pues a veces un glidebait trabaja demasiado abajo o simplemente no emite las mismas vibraciones que requieren los peces.
El equipo
Cañas
Al igual que con glides, utilizaremos cañas de acciones regular o regular-fast, puesto que como ya sabes una caña muy nerviosa con triples puede generar desgarros en la boca del bass. Solo con la excepción del lucio emplearíamos cañas más rápidas. En cuanto a potencia, dependerá del peso a lanzar, y sobre la longitud de la caña, dependerá del escenario en el que pesquemos (aguas abiertas o cerradas, con maleza, etc) y si pescamos desde orilla o desde embarcación o pato, puesto que desde la orilla necesitaremos habitualmente cañas más largas que desde un pato o embarcación.
En caso de pesca de coberturas, bien sea desde orilla o pato, kayak o embarcación, buscaremos cañas cortas, de 7´2 a 7´6 pies o incluso menos, siempre optando a las más cortas posibles cuanto más espesura exista, para tener el máximo confort al manejar nuestra caña, ya que prácticamente serán tiros cortos y golpes de muñeca. En el mercado nipón se están desarrollando modelos con el talón cada vez más corto, e incluso cañas que rondan los 6 pies (unos 180 cm) para atacar el heavy cover con swimbaits.
En aguas abiertas desde embarcación u orilla, emplearemos cañas largas para impulsar nuestros señuelos a largas distancias. Una longitud alrededor de los 8 pies (unos 243 cm aproximadamente), será la correcta.
En el caso de patos, kayak y catamaranes seguiremos con cañas intermedias puesto que, aunque necesitamos lances más largos que en las coberturas, una caña excesivamente larga o de talón muy largo puede llegar a ser muy incómoda tanto en el lance como en el manejo del señuelo y de la posible captura.
Carretes
Igual que con los glides, emplearemos carretes que vayan de acuerdo a los pesos de cañas y señuelos a lanzar, por equilibrio y para no romper la mecánica del carrete. Utilizaremos un carrete de mecánica robusta, y con relaciones de 6,2 a 7,4:1 fundamentalmente, es decir, ratios medio-altos para mover estos señuelos de reacción.
Líneas
Si pescamos heavy cover, elegiremos trenzado directo, o con bajo de fluorocarbono, no excesivamente largo si no queremos que tire de él hacia abajo y pueda comprometerlo entre ramas y demás obstáculos. También podemos optar por un bajo de copolímero (monofilamento recubierto de fluorocarbono) o monofilamento directo.
En caso de aguas abiertas, y que queramos descienda un poco más o que realice una subida a superficie más lenta, emplearemos fluorocarbono directo, pues su peso específico va a generar un lastre “auxiliar” al señuelo.
Técnicas: de básicas a AVANZADAS
“Steady Retrieve”
Como sabes, la recogida continua es la baza más sencilla y efectiva para pescar con prácticamente todos los swimbaits. Mantener la cadencia de recogida, más lenta o más rápida, hundiendo el señuelo a más o menos profundidad, batiremos la capa de agua en busca de nuestro querido adversario. Un truco, sobre todo en momentos de actividad superficial, es recogerlo muy lento, rompiendo prácticamente la superficie del agua. Las picadas en ése tipo de lance son espectaculares.
“Stop& Go”
Posiblemente, una de las más eficaces. Simplemente recogemos y cuando alcance la profundidad deseada, paramos y lo dejamos subir hasta la superficie. Ya allí, lo dejamos quieto, inmóvil, entendiendo que ése pez que trataba de nadar hacia el fondo tiene dificultades y asciende lentamente hasta descansar en la superficie. A veces lo toman durante el ascenso, por lo que hay que estar muy atentos a variaciones en nuestra línea (destensiones, tirones o cambios de dirección anómalas). Si llega arriba, lo dejamos y no sucede nada, de vuelta abajo. A veces, realizando esto de forma continua, imitamos un pez cebándose de pequeños invertebrados en superficie totalmente distraído, algo que desde luego es muy apetecible para un depredador.
“Saw teeth”
Los famosos dientes de sierra que tantos pescadores de swimbaits blandos (y otros señuelos) utilizan. Recogemos nuestro wake-bait, lo dejamos bajar hasta la profundidad máxima y lo dejamos subir, pero no hasta la superficie. Contamos un par de segundos, y de nuevo recogemos hasta la máxima profundidad. En aguas de no mucho calado, y golpeando la pala contra el fondo, generamos buenas picadas.
“Deep Cranking”
Casi literalmente, podemos resumirlo en pescar como con un crankbait de profundidad. Ésta técnica, aunque arriesgada, es muy productiva cuando los peces están suspendidos cazando bancos de peces o, simplemente, necesitamos bajar mucho más de lo que el señuelo permite.
Básicamente, incorporaremos lastres en la parte de la anilla delantera o en la anilla del triple delantero para que en su bajada, deje elevado el señuelo lo más posible en la parte de atrás, para evitar posibles enganches. Recogemos y bajamos el señuelo hasta la profundidad que queramos producir como “extra” a la que hunde la pala del wake-bait.
Como ves compañero o compañera, el wake-bait tiene una gran versatilidad y en momentos concretos, puede ser la herramienta del éxito para esos peces que no embocan un glide o que el escenario es más complejo de lo que en principio esperábamos. Espero te haya gustado y que haya sido útil, nos vemos por las orillas.
El pescador Zen (@elpescadorzen)