Si leíste el artículo anterior tendrás unas bases muy importantes sobre las que trabajar lo que te comentamos a continuación, en caso de no haberlo hecho, te recomendamos que lo hagas. De esta manera conocerás la técnica a la perfección.
Para continuar, en el artículo anterior mencionamos las líneas, señuelos y montaje de nuestra terminación para unir el bajo al señuelo, ¿qué nos falta? Pues una de las partes más importantes de nuestro equipo, la caña.
La caña
Puesto que hablamos de microjigging nuestra caña no debe superar los 45 gr, 50 gr de acción, en caso de superarlo ya no sería microjigging, hablaríamos de light jigging. ¿Qué tienen de especial?
Pues su acción es muy peculiar, ésta es muy similar a la de una caña de slow jigging, si dividiéramos la caña en 3 partes las 2 primeras sería una acción más blanda pero bastante rápida. La parte que nos queda es notablemente más rígida, de esta manera nos ahoga el pescado con mayor de facilidad y nos permite tener una reserva de potencia impensable.
A tener en cuenta: el talón del la caña es aconsejable que sea largo igual que el de una de jigging, nos permitirá luchas con nuestro adversario de una forma mucho más cómoda, pudiéndolo poner bajo nuestra axila o apoyándolo en la cintura para poder bombear mejor.
Por desgracia, hay muy pocas marcas que fabrican cañas específicas para esta modalidad, entonces debemos tener muchísimo cuidado al usar cañas de light spinning (que es lo más común) pues estas cañas no están diseñadas para luchar peces de forma vertical, un mal movimiento será muy fácil que nuestra vara parta.
El carrete
Otra de las partes importantes de nuestro equipo, evidentemente, es el carrete. Cierto es que no es de lo más importante en este caso, lo ideal es utilizar carretes tamaño 2500 – 3000 no nos perjudica mucho el ratio, aunque un menor ratio nos será mejor para realizar nuestras recogidas. No nos hará falta un carrete de gama alta pero sí intentar adquirir el mejor posible dentro de nuestro presupuesto. Este carrete deberá resistir las fuertes embestidas de peces de gran tamaño, pues volvemos a destacar que el microjigging no es únicamente para especies de pequeño tamaño. En la práctica del microjigging podemos luchar con casi cualquier adversario, siempre y cuando, tengamos el equipo en perfecta armonía.
Los movimientos
Ya tenemos el equipo, ahora nos toca hablar un poco de los movimientos. Tenemos muchísimas formas de mover nuestros señuelos y más aún siendo éstos de pequeño tamaño facilitándonos ejecutar movimientos cortos. Para peces de fondo siempre intentaremos dar toques de puntera muy rápidos y recogidas muy muy lentas. De esta forma nuestro señuelo emitirá vibraciones en el fondo y simulará un pez gravemente herido que se encuentra a punto de morir por un ataque de otro depredador. Otro movimiento que funciona muy bien es el mismo que realizamos para jigging, jerks acompañados de recogidas a una velocidad intermedia, pudiendo variar ésta dependiendo de la especie que busquemos. Otro de los movimientos que funcionan muy bien con peces de fondo es el mismo jerk más lento y marcado, acompañando de una recogida lenta de carrete simulando la huida de un cefalópodo, por ejemplo. También hay jigs de tg o de slow algo más complicados de encontrar pero muy muy efectivos y con ellos podemos realizar los diferentes tipos de movimientos que igualmente realizamos en el slow jigging.
El lugar
Por último, pero no menos importante, ¿dónde debemos practicar esta modalidad? Mucha gente piensa erróneamente que este tipo de pesca está diseñada para peces de pequeño porte en poca profundidad simulando una especie de rockfishing mezclado con light jigging en poco fondo. Pero de eso nada. Podemos practicar el microjigging en cualquier rango de fondo, teniendo el equipo bien equilibrado y usando señuelos de tg podemos pescar perfectamente en 100 o más metros de profundidad sin que la corriente se lleve nuestro señuelo a un paradero desconocido. ¿Qué debemos buscar? Sobre todo, fondos con irregularidades, con alimento para los depredadores. Si tenemos marcas de jigging que nos han ido bien deberíamos probar siempre en esas mismas marcas a microjigging, pues es una de las pescas que más sorpresas da en los sitios más inesperados.
Eduardo Escobar y Héctor Herrera