Si te apasiona el spinning y no lo has probado desde kayak te pierdes una de las modalidades más adictivas y emocionantes, ésa que te hará llevar la pesca con artificiales al límite. 

Si no lo has vivido ya, imagínate en contacto directo con el mar, sin ruido, ni hedor a combustible, remando o pedaleando, solo tú y un «artefacto flotante», lanzando con tu equipo de spinning en «hervideros» o en la más absoluta calma… Lanzas, cierras pickup, recoges y notas ese parón, se aceleran a tope los latidos de tu corazón mientras va loca tu imaginación: ¿será lubina, anjova o palometón? ¿Sierra, bonito o bacoreton? ¡Qué sensación!

Llegas donde antes no llegabas, no contaminas, remes o pedalees, tú eres el motor, haces ejercicio, estás en contacto directo, muy muy directo con tu medio, nuestro medio, ¡con el agua! 

Te esperan sensaciones indescriptibles si no las has vivido; batiendo olas en mares movidos (siempre con precaución y bien equipados y acompañados) o al contrario navegando en un mar planchado que transmite una calma y serenidad espectaculares. 

La sensación de estar en contacto directo con nuestros protagonistas, los peces, de llegar a rincones donde ni embarcados podríamos; calas y zonas someras con poca presión pesquera y… buf. Perdonad. Se nota que es de lejos la modalidad que más sensaciones y pasión me transmite de todas las practicadas hasta el momento. La pesca con artificiales montados en nuestro kayak.

Vamos a situarnos.

Dando por hecho que el spinning lo definiríamos como “el tentar a depredadores con señuelos artificiales” y, el kayak, lo conocemos como aquel “artefacto flotante”, esperemos que en breve, en materia de pesca, nos cataloguen en una nueva lista como “embarcación”, el presente artículo pretende ser una breve pero intensa introducción al lanzado de señuelos desde este fascinante plástico.

Así pues, ¿qué kayak sería el ideal para practicar spinning? ¡Ay amigo! Diez artículos necesitaríamos solo para este apartado. Intentaré ser breve y conciso.

Aspectos principales para escoger nuestro kayak de pesca:

  1. Frecuencia de uso y salidas; es decir, qué frecuencia vas a darle a tus salidas kayakeras y qué uso vas a darle. ¿Saldrás mucho y le darás en un mar duro y peleón? Prepárate y pilla un buen kayak, grandote no te cortes, estable, robusto, si puede ser a pedales. Si por el contrario serán salidas esporádicas y en mares más calmos tipo Mediterráneo planchado, o incluso, en agua dulce, uno pequeñito, no más de tres metros, te será más que suficiente y quizás, al menos hasta que te envenenes, que sabes que acabarás “envenenado”, no hará falta desembolsar un gran capital en un gran kayak a pedales.
  1. Técnicas de pesca: claramente en este artículo nos centraremos en el spinning y, sea cual sea tu decisión, adquisición o si ya posees una montura, te recomiendo encarecidamente el kayak a pedales. ¿Por qué? Manos libres, imprescindible para disfrutar al máximo de esta modalidad. 

¿Cómo preparar una jornada a spinning en kayak?

Lo primero sin duda eres TÚ y tu seguridad. Mira bien más de un parte en más de una página web o aplicación. Siempre que te sea posible sal acompañado, por experto que seas te pueden llegar a sorprender mil y una situaciones. Lleva víveres y bebidas, protección solar o ropa técnica que te proteja del sol o, en caso de frío y lluvia que te proteja de las inclemencias del tiempo, ¡un poco de sentido común, por favor! Es tu afición, ¡disfrútala con seguridad! 

Bien, lo siento, somos muy pesados en estos aspectos vitales. 

Sin duda, a la hora de afrontar una jornada en kayak, aunque sea a spinning principalmente, el tener o no a bordo una sonda determinará nuestra preparación de la jornada. Podemos salir sin ella en busca de las famosas y cada vez mas escasas “pajareras” o “hervideras”, es decir, los ataques de depredadores a pez pasto que llevan hasta la superficie atrayendo a aves y pescadores. O bien con sonda, por si la ausencia de ástas nos empuja a buscar en pantalla la presencia de peces.

A pesar de ser el spinning nuestra principal modalidad, el trolling o curricán nos puede ayudar a localizar los depredadores que no vemos a simple vista o nuestra sonda parece no marcar. 

Una vez localizados por ataques a nuestros señuelos movidos con nuestros kayaks, podemos insistir en la zona lanzando nuestros lures (qué nos gusta el inglés para la pesca), y empezar a gozar de las picadas directas de nuestros depredadores.

Nuestra sonda será una buena aliada para marcar concentraciones de peces en profundidad, así como posibles “festivales” subacuáticos (depredadores dándose festines en “bolas” de peces pasto) Veremos manchas en nuestra sonda con líneas muy marcadas cerca de éstas que nos delatarán el festín que se están dando por allí abajo.

¿Cómo actuar en estos casos?

No vemos cebadas ni ataques en superficie, la sonda marca actividad, pues bajamos jigs o señuelos pesados hasta la profundidad donde se producen los ataques. ¡Sí! Es verdad, eso sería más bien jigging o jig casting, pero mientras esperamos oportunidades más “espineras”, bienvenidas sean.

¡Llega la hora de espinear

Si por el contrario abundan las hervideras o nos hallamos en zonas calientes donde abundan o creemos que puede haber algún depredador, entran en acción nuestros señuelos favoritos. Si están arriba, en superficie lo gozaremos dando vida a paseantes y poppers, pudiendo incluso empezar con éstos para despertar el interés si nuestros depredadores no dan señales de ataque.

Sin olvidar nuestros minnows y vinilos favoritos, iremos abarcando con ellos todas las capas de agua hasta dar con la ansiada picada.

Los polivalentes jigs, plomos con diferentes pesos y acciones, no deberían faltar tampoco en nuestras cajas.

Zonas, especies y épocas del año.

Serían necesarios uno o varios artículos para cada zona, en resumen:

Sea cual sea el escenario, empezar con un poco de trolling para detectar peces sino los vemos en acción, es buena opción. Una vez detectamos peces o en ausencia de picadas a curricán, lanzaremos nuestro arsenal en aquellas zonas o puntos que creamos calientes para tentar a nuestras posibles capturas.

Empezar por superficie tanto para incitar como para excitar a peces poco activos o si detectamos la presencia de éstos para, acto seguido sino tenemos resultados, probar con señuelos hundidos, con o sin babero, flotantes, suspendings o sinkings para batallar todas las capas de agua hasta detectar, gozar y pelear al tan buscado depredador de nuestros sueños. 

Y creedme, es un sueño poderlo tentar en kayak.

Mucha escama, siempre con mesura, conciencia y responsabilidad, practicando el captura y suelta siempre que nos sea posible para mantener tanto para nosotros como para generaciones venideras esta increíble pasión.

Joan Torre