El concepto “swimbait” tal y como lo conocemos en cuanto a estilo de pesca surgió en California, donde algunos pescadores de stripped bass empleando grandes plugs para la pesca de musky fundamentalmente (señuelos de madera de grandes dimensiones), recibían con sorpresa ataques de grandes black bass y empezaron a diseñar sus propias creaciones, generando un movimiento que ha llegado a nuestros días con una infinidad de materiales para el disfrute y ejercicio de esta pesca.
Conceptos Generales sobre el Swimbait
Los swimbait duros se pueden clasificar de varias formas, aunque trataré de realizar una forma resumida según su forma, usos (localizador o “pescador”) y según la categoría tamaño/peso:
Crawlers: Algunos los llamamos “pajaritos” por tener dos palas metálicas en sus laterales. Son señuelos flotantes cuyo movimiento asemeja a un pájaro o murciélago que trata de nadar por la superficie para evitar ahogarse.
Wake baits: Swimbaits flotantes, con pala, articulados. Sin embargo, hoy en día se puede incluir los súper-paseantes (paseantes de 160, 200 mm o más) en este apartado, pues es habitual encontrar big baits dentro de las cajas de los swimbaiters, y porque en pesca generalista del black bass se emplea, cada vez más, señuelos de superficie de mayor tamaño. Recordemos que uno de los puntos diferenciadores de éstos con la pesca con swimbaits es que en ésta última se emplean señuelos de grandes dimensiones. Por lo tanto, si aumenta la talla en señuelos de generalista, también debe ser mayor en nuestra pasión con el swimbait.
Swimbaits “puros” y dentro de éstos:
- Gliders y jerks: Señuelos de una sola pieza, sin pala, con movimiento en slalom o errático, dependiendo del tipo de perfil y técnica. Creados en centro y norte de Europa para la pesca de northern pike.
- Glidebaits: Swimbaits monoarticulados, los más comunes en nuestras aguas. Con un movimiento en slalom o de lado a lado generando desplazamientos en “Z”.
- Swimbaits multiarticulados: Swimbaits con varias articulaciones, sin pala, de movimiento serpenteante o en “S”.
Usos: Localizador o “pescador”
A pesar de la fama de los swimbaits como localizadores de pesca por generar muchas ondas de presión (en el argot, “mover mucho agua”), dentro de los mismos esto se acentúa al incrementar el tamaño, disminuyendo el ratio de picada/captura. Es decir, a mayor tamaño, más probabilidad de que un pez lo localice, pero más dificultad de que éste ataque el señuelo.
En cambio, a menor tamaño, moverá menos agua, pero será una presa más manejable y fácil de engullir y, por tanto, alimento más disponible, siempre que hablemos de la pesca del black bass, ya que el lucio tiene más facilidad para engullir presas más grandes debido a su mayor tamaño. Dependiendo de qué especie, presas presentes, estación del año o escenario, emplearemos señuelos más o menos grandes para que desarrollen el cometido que nosotros queramos.
Hablaremos más en profundidad sobre ello más adelante.
¿Y por tamaños?
También se clasifican, de modo general, por categoría de pesos/ tamaño, ya que no es correlativo (hay en el mercado señuelos cuyo tamaño es enorme, pero son ligeros en relación a su peso).
Así es como yo lo clasifico de forma general, aunque por supuesto, en base a nuestra utilización se puede clasificar en base a otros tamaños, puesto que no es lo mismo la clasificación de un swimbaiter que se especializa en el black bass (“basser”), a uno que se dedica al lucio (“piker”) o ya fuera de nuestras fronteras, alguien que pesque muskies y cuyo tamaño medio de los señuelos que lanza al agua es muy superior a los anteriores.
Aquí os dejo mi clasificación en base a nuestras aguas y mi pesca:
–Swimbaits pequeños: Swimbaits de 150 a 180 mm, y alrededor de la onza y media hasta las 3 onzas y media (de 42 a 98 gramos, para los castizos). Posiblemente, los más utilizados para la pesca del black bass.
-Swimbaits medium: Señuelos de 180 a 230 mm aproximadamente, y con un peso que ronda las 4 onzas (112 gramos, aproximadamente).
–Big Swimbaits: Señuelos de 250 a 300 mm y de 6 a 8 onzas. Señuelos poderosos, con un peso de 168 a 224 gramos, cuyo lance y pesca requiere de equipos potentes y materiales resistentes.
–Swimbaits Magnum: Señuelos por encima de los 300 mm y las 8 onzas. Verdaderos colosos que requieren un equipo pesado, un carrete potente y diseñado para este tipo de pesos, líneas resistentes y cuyos nexos de unión (anillas, agrafes o “snaps”,etc) sean de calidad. Una pesca de fuerza, que requiere de cierta forma física y buena técnica de lanzado para evitar posibles lesiones a largo plazo o fallos de material.
El Ratio Picada /Captura.
He querido dejarlo para el swimbait duro, aunque es extensible también a los soft-swimbaits o blandos. Se refiere a la relación entre las picadas y cuántas de ellas acaban en captura.
Es sabido que cuanto más pequeño sea un señuelo del tipo que sea, discrimina menos ya que es una “presa” más disponible para peces de menor tamaño. Mientras que un señuelo muy grande, generará más ondas de choque (moverá más agua) y atraerá peces en una distancia mayor, pero las picadas serán menores y probablemente las capturas, aún menos, por lo que el ratio se desploma.
Es, por ello, necesario elegir bien no sólo el tipo o la librea, sino el tamaño de los mismos, pues en muchos casos no atacan porque el tamaño es menor o mayor a lo que buscan y no tanto por la coloración de nuestro señuelo.
Algunas notas para finalizar…
Parece complicado, pero será la propia observación de la gran maestra, la Naturaleza, la que nos enseñará a elegir bien en nuestras cajas en el momento adecuado y lugar preciso para alcanzar nuestros peces soñados, tomando un recuerdo y premiándolos con la libertad y el respeto de nuestro medio, cada vez más dañado y escaso para, al menos, favorecer que las generaciones futuras puedan recuperarlo hasta conseguir el estado en el que nuestros ancestros lo pudieron disfrutar.
Iremos poco a poco desgranando los entresijos de los swimbaits duros, qué señuelos, libreas, pesos, acciones,… necesitamos según escenarios y climatología, estación del año, etc. No se hace necesario, en principio, invertir una cantidad abusiva de dinero en señuelos, sólo invertir bien en señuelos que funcionan. Y con funcionar, querido amigo, no me refiero a que veas muchos vídeos extranjeros sacando peces, sino a que su equilibrado y natación, sus paradas, armado y acabado te generen tal confianza que seas capaz de mantenerlo en el agua el suficiente tiempo para aprender a moverlo con soltura, y de ahí… la tan ansiada picada.
Estoy seguro de que te has movido por sensaciones a la hora de elegir un señuelo en más de una ocasión, que has aguantado con él atado en la línea y lo has movido concentrado en cada movimiento, cada vuelta de manivela, casi rozando la visión de un pez atacando detrás de esa roca, al pasar por esas espadañas o al lanzar entre esos árboles sumergidos de tu lugar de pesca favorito. Pues bien, no lo olvides, durante el resto de artículos y, sobre todo, al volver al agua, pues a veces, son las sensaciones (y no el dinero) lo que nos lleva a tener éxito en la pesca con swimbait.
Nos vemos por las orillas…
Enrique Sánchez @elpescadorzen