El Swimbait, técnica para unos, un universo para otros.
Vamos a desentrañar los secretos de este apasionante mundo desde una perspectiva diferente, abordando paso a paso todos los puntos que nos lleven a buscar y con suerte, capturar, el pez de nuestras vidas, con la técnica más selectiva en la pesca del black-bass.
La pesca con swimbaits (señuelos duros, con o sin pala, articulados o no, y blandos con diferentes perfiles de cola, pero nadadores como su nombre indica, de gran tamaño, y siendo más precisos, diferenciados de los jerkbaits), es probablemente una técnica de pesca que no solo requiere equipos particulares y especializados, sino que exige al pescador una mente firme, una actitud positiva, una perseverancia notable y gran resistencia, ya que el número de picadas disminuye considerablemente con ésta técnica, y a la vez aumentan los días de “bolo” o captura cero, con la consiguiente frustración y abandono de muchos pescadores.
Solo unos pocos pescamos de forma exclusiva con esta técnica durante todo el año y, de ellos, quien escribe estas líneas entiende la pesca como nexo y comunión con la NATURALEZA, que no solo nos aporta capturas, sino paz, reflexión, alegría y energía positiva. Todo ello nos debe hacer pensar en disfrutar de cada jornada al máximo con una premisa clara: el respeto a la naturaleza, valorar cada minuto de desconexión de la rutina, el aire, el agua, paisajes, momentos…LA VIDA.
Muchas son las razones por las que un pescador de depredadores emprende este camino, pero solo una la de quedarse en él: el MINDSET, es decir, el enfoque, la predisposición o la actitud previa a este tipo de pesca con equipos pesados, líneas habitualmente gruesas y señuelos, que comparados a otras técnicas, son verdaderos colosos.
Es una técnica exigente, limitante, selectiva, que nos propone “un reto sobre el reto” de la captura de un pez con un artificial sobredimensionado, reduciendo el número de capturas y picadas, pero aumentando enormemente la satisfacción como pescador al estar buscando los peces de mayor tamaño, longevidad y/o astucia del lugar donde nos encontremos y siempre con la premisa del captura y suelta, y el respeto a la naturaleza. Ese ente vivo que nos acoge en cada jornada y nos permite disfrutar de momentos inolvidables y del que nos debemos despedir con gratitud de vuelta a casa, recogiendo nuestras basuras e intentando, en la medida de lo posible, no provocar un gran impacto con nuestra presencia.
DESMONTANDO MITOS:
¿Más caro…pesca más?
Debía escribir éstas líneas, ya que son muchos los pescadores que me preguntan si es necesario un desembolso desorbitante para capturar buenas piezas con swimbait, y mi respuesta es un rotundo NO. Se necesitan equipos adecuados, líneas adecuadas al efecto, y por supuesto, señuelos como herramientas que utilizaremos en distintas circunstancias para un solo fin: la captura del “big one”, o más castizo, del más grande de nuestro lugar favorito.
Se hace patente un mal asesoramiento de algunos pescadores, que les lleva a la frustración de no alcanzar su objetivo, de no sentirse cómodos con el material, y como consecuencia, generalmente abandonando éste mundo extremo y apasionante del swimbait. He tenido la fortuna de trabajar asesorando en equipos de pesca de forma profesional, pero también he asesorado (y sigo en ello) a muchos compañeros que acudían confundidos a mí pensando que solo con un ingente derroche económico se podía adquirir un equipo competente para esta pesca, y finalmente, después de una adquisición correcta, se han convencido de que la importancia no radica en una u otra marca, sino en un material de construcción de calidad, y las condiciones particulares de pesca del pescador (especie, señuelos, de orilla o embarcado, rio o embalse, etc) en el caso de las cañas, y un equilibrado, natación, armado y acabado igualmente óptimos en el caso de los señuelos.
Lanzar y recoger…
Algunos pescadores de pesca a la que llamaremos desde ahora “generalista” o tradicional de depredadores, se les pasa la idea de que la pesca con swimbait es algo así a recoger la típica cucharilla, un movimiento mecánico, automático sin sentido, y nada más lejos de la realidad. Se requieren años incluso para dominar la recogida de todos nuestros señuelos, con cada uno de nuestros carretes y líneas y en diferentes circunstancias, por no hablar de que la caña también ejerce un papel fundamental, así como su posición en distintas técnicas de recogida y lance.
Está más que aprobado por toda la comunidad de swimbaiters a nivel mundial, que la recogida continua o steady retrieve es la técnica más efectiva y sencilla, y por lo tanto, la baza más habitual tanto en noveles como en iniciados. Pero es solo una pequeña parte de la multitud de técnicas que existen y que, un servidor y compañero vuestro, tendrá a bien explicaros a lo largo de ésta andadura por Entre Cañas.
Cuanto más grande, mejor
Otro de los errores que se cometen entre los que comienzan en este mundo apasionante es la de adquirir “big swimbaits” (4-6 onzas) o incluso swimbaits “magnum”( de 6 en adelante) sin ningún tipo de fundamento ni sentido, más que el de que “un amigo me ha dicho…”, o algo así como “he visto en un vídeo…y sacaban muchos grandes”. Volviendo a la idea de que la técnica lo es todo en ésta pesca, siempre recomiendo empezar con señuelos de fácil manejo, de 1 a 3 onzas y media, que además por tamaño serán menos selectivos y nos empezarán a proporcionar las tan ansiadas picadas (verdadero veneno que crea la adicción y locura al swimbait).
Una vez dominemos esta categoría de pesos, de lance, recogidas, etc, tenemos la opción de seguir en ella (siendo la más utilizada a nivel nacional y a su vez, la más efectiva) o incrementar pesos y tamaños, “complicándonos la pesca” y evolucionando no hacia sacar más, sino a engañar a un pez incrementando la dificultad en los factores antes mencionados.
Garrotes para lanzar plumas…
Es también habitual (y no sólo entre noveles…) la adquisición de cañas excesivamente potentes para las muestras o señuelos que vamos a poner en el agua, provocando entre otros inconvenientes, la reducción de lance al no “cargar” el blank correctamente y por tanto, no desarrollando toda la energía en el lance. Y algo quizá peor, la pérdida de capturas por desgarro de su boca, al clavar con semejantes “traviesas de tren” o “puntales de obra”, valgan las comparaciones.
PARA TERMINAR
Como es de bien nacido ser agradecido, quiero dar las gracias a la revista Entre Cañas por darme la oportunidad de transmitiros conocimientos, experiencias, consejos, tips, opiniones, y fundamentalmente un enfoque totalmente diferente de este tipo de pesca, donde os enseñaré no solo a pescar de una forma enfocada a la técnica y funcionalidad, sino mezclado con filosofía japonesa Zen, a vibrar con la pesca y a sentir la Naturaleza, a respetarla al igual que a nuestros compañeros y compañeras, a desarrollar pasión por este maravilloso mundo del swimbait (o quizá locura incluso, como la del que escribe)…o al menos, lo intentaré.
Enrique Sánchez
@elpescadorzen