Todos los que hacemos viajes de pesca tenemos una clara mezcla de sentimientos, donde se junta la emoción y la impaciencia por empezar un sueño con la preocupación de que todo salga perfecto, es por lo que siempre es importante preparar todo con mucha antelación.
Me encuentro en mi habitación preparando el equipo necesario. Selecciono las cañas que voy a usar, 6 a 6,6 heavy o medium-heavy, en mi opinión una caña médium heavy potente con la que podamos clavar la huesuda boca del Wolf Fish es suficiente, disfruto más peleando estas bestias con equipos un poco más ligeros. En cuanto a los carretes, opto por carretes de casting y spinning con un freno de no menos de 10 libras y rápidos (6:1 o 7:1 o incluso mas rápidos) para ser rápidos a la hora de pelear estos monstruos e intentar sacarlos de las estructuras. Yo en este caso seleccione un Daiwa Tatula, un Zillion y un Shimano Stella 3000. Con tres equipos es más que suficiente.
Las líneas que selecciono son braid de 8 hebras japonesas entre los 40 y las 60 libras. Es cierto que son menos resistentes a la abrasión que las de 4 hebras, pero por lo que veréis a continuación la mayoría de las veces vamos a trabajar los señuelos cerca de vegetación flotante y no hay tantas posibilidades de cortarla. Además, una línea de 8 hebras tiene mejor relación diámetro resistencia, una línea más fina me va a permitir lances más largos.
Pensando en las imponentes mandíbulas de este pez que me recuerda claramente a un celacanto prehistórico, me queda muy claro que tengo que usar un buen fluorocarbono. En este caso uso 50lb para los jerbaits y los walkers, y para señuelos que no necesiten una gran movilidad como spinnerbaits o Whooper Ploppers subir a las 60lb.

Una cosa que tenéis que tener en cuenta es que aquí lo peces son muy fuertes y agresivos, por lo que es imprescindible remplazar los anzuelos triples y las arandelas de los señuelos. Para que resistan las embestidas de todos los peces amazónicos. Yo recomiendo poner arandelas de 60-80 lb japonesas (las japonesas son más pequeñas y ligeras y no afectan al peso del señuelo) y anzuelos triples de resistencia X4. Y usar nudos directos al señuelo, pero si vamos a cambiar mucho de señuelo un snap de 80 lb japonés es suficiente.
Una vez preparado todo esto me toca preparar la ropa. Os tengo que contar una cosa, encontrar la ropa perfecta es algo mucho más importante de lo que la gente se piensa, os voy a dar detalles de lo que yo metí en la maleta. En primer lugar, llevo un calzado estilo crocs que voy a poner con calcetines a prueba de rayos UVA y de secado rápido, de esta manera tengo calzado preparado para meterme en el agua si lo necesito, que seque rápido y que me proteja del sol. No puede faltar una de las prendas más importantes, las camisetas de manga larga a prueba de rayos UVA y secado rápido. Existe un gran debate sobre si llevar pantalones cortos o largos al Amazonas. En mi experiencia personal puedo afirmar que generalmente pescando desde embarcación los mosquitos dan pocos problemas, siendo solo molestos al atardecer y sobretodo una vez llegados al hospedaje si nos exponemos a zonas iluminadas sin loción antimosquitos. Es por lo que sugiero que la mejor combinación posible es llevar unos pantalones cortos y unos calcetines muy largos que nos cubran hasta las rodillas. En cuanto a complementos no nos olvidemos de las gafas polarizadas, los guantes, las buff y la gorra. Con este equipo podrás pasar una dura jornada en El Amazonas sin problemas.

De camino a un sueño
Ya en Madrid, me dispongo a facturar el equipaje. Para los que seáis novatos en viajes de pesca, debéis de saber que todos los señuelos han de ir siempre facturados, no se permiten en equipaje de mano.
Después de unas horas despegamos puntualmente y el comandante nos informa de que este trayecto entre Europa y Brasil nos va a llevar 12 horas que presumo que se me van a hacer interminables.
Después de un largo viaje aterrizo en el aeropuerto de la enorme ciudad de Sao Paulo, donde me encuentro con Thiago, mi cinegrafista profesional con el que voy a grabar unas increíbles imágenes, algunas de ellas las podréis ver en exclusiva a lo largo del artículo.

Para que tengáis una idea de cómo hay que moverse en Brasil, tenéis que saber que muchos vuelos internacionales llegan a esta ciudad, desde la cual salen la mayoría de aviones nacional hasta llegar a nuestro destino. En mi caso aún me esperaba un vuelo de dos horas a la ciudad de Sinop, en el Estado de Mato Grosso.
Durante el trayecto a nuestro destino puedo comprobar que esta zona, que esta a medio camino entre el Amazonas y el Pantanal, tiene una gran abundancia de fauna, entre las que podemos encontrar Anacondas y Jaguares. Esta zona de Brasil es una mezcla de la selva Amazónica con zonas de llanuras de hierva y zonas pantanosas.
En un lugar privilegiado
Tras un trayecto de 35 minutos por medio de esta mezcla de llanuras y selva, llegamos al rancho, a la orilla de este complejo de canales y lagos del Rio Branco Norte, estamos en Serra do Cachimbo. Allí nos esperaba mi anfitrión Rene, el que es hasta hoy, una de las personas más buena y nobles que he conocido. Nos presentamos y charlamos brevemente y acto seguido me enseña mi habitación. Una gigantesca habitación triple con techos altos, estanterías y sujeciones para las cañas de pescar y un baño limpio con ducha espaciosa. Además, para mi sorpresa, a diferencia de la mayoría de los charters de pesca en el Amazonas que tienen un internet muy lento con el que apenas se puede usar whatsapp, el Wi-fi aquí es bastante rápido y se pueden incluso ver vídeos o cualquier servicio de streaming. Rene me dice que quiere verme antes de cenar para explicarme un poco acerca del lugar y del rancho, yo impaciente me tumbo en la cama y descanso después de este largo viaje en coche.
Después de una agradable siesta me levanto y le espero en el comedor. Al cabo de unos minutos llega puntual y se sienta a mi lado. Pese a hablar idiomas distintos, ambos idiomas vienen de la misma zona de Europa y, por lo tanto, tienen cierto parecido, por lo que hablando despacio parece que nos podemos entender.
Rene me empieza a contar cómo descubrió este increíble sitio y cuál es su historia. Me explica que esto originalmente era simplemente el cauce del Rio Branco Norte, pero que se decidió colocar una presa, lo que provocó la inundación de toda la zona y la desestabilización del ecosistema, produciendo un desastre medioambiental hace décadas. Sin embargo, poco a poco se fue creando una zona formada por un complejo de canales, lagos y lagunas que empezó a tener una increíble riqueza de biodiversidad. En el agua se fue formando un ecosistema complejo con grandes cantidades de flora acuática flotante donde habitaban un montón de peces pasto y donde el Wolf Fish se convirtió en el rey y depredador dominante. Él me explica que hay dos especies de Wolf Fish; el Wolf Fish pequeño (Traira) y el que va a ser nuestro objetivo, el Wolf Fish gigante (Trairao). Además me enseña la forma de diferenciar a una traira de un trairao pequeño, que es observar la marca de la mandíbula inferior. En la siguiente imagen la letra “A” corresponde a un trairao y la letra “B” corresponde a una Traira.

Rene me comenta que cuando llegó aquí quedo enamorado de la belleza del lugar y del tamaño y la agresividad de los wolf fish que habitaban la zona y decidió empezar a montar el Lodge, que a día de hoy opera en solitario en el lugar, y donde solo es posible cruzarse algún pescador local, aunque ya os adelanto que yo en las casi tres semanas que estuve pescando no me encontré ni a un solo pescador.
Finalmente, me da una serie de consejos acerca de esta especie y de las técnicas más efectivas. Antes de acabar Rene me señala una monstruosa replica de un wolf fish de más de 20 libras que está colgada en la pared y me dice “amigo mío, si aplicas todo lo que te he contado tendrás la oportunidad de enganchar una bestia mucho más grande que ésa que está ahí colgada”.
La comida está servida, aquí por lo que me cuentan hay una mezcla de comida nativa de la zona con mucha influencia de Europa. Antes de irme a la cama tengo el placer de probar el mejor pescado a la brasa que he probado en mi vida que Rene hace personalmente para nosotros en el fuego que ha preparado con antelación. Acabamos de cenar y disfrutamos de una increíble caipirinha mientras hacemos lo que más nos gusta a los pescadores, hablar de increíbles anécdotas como si nos conociéramos desde hace años. Ése es el poder de esta afición. Después de unas cuantas bebidas nos vamos a dormir todos, mañana va a ser un gran día.
El Amanecer de los dioses

Es increíble cómo incluso el pescador más reacio a madrugar en su vida cotidiana puede tener tanta facilidad para salir propulsado de la cama cuando la alarma indica que es hora de pescar. La alarma suena a las 4 y media de la mañana y como cualquier pescador estoy de pie antes de escuchar el segundo pitido. Ha llegado el momento que tanto tiempo he esperado. Me preparo meticulosamente sin olvidar mi spray antimosquitos y mi crema de protección solar, y cojo mis 3 combos y mi caja de señuelos.
Dejamos los equipos y salimos en dirección al canal principal sorteando los innumerables palos sumergidos que sirven de refugio a estos monstruos. Mientras avanzamos con cuidado disfrutamos de uno de los amaneceres más increíbles que he tenido la suerte de presenciar. ¿Conocéis esa sensación que tenemos los pescadores cuando estamos en el lugar adecuado en el momento adecuado?
Una de las cosas que veo nada más empezar el día es que al no tener más charters que operen aquí, la presión de pesca no es grande y muchas veces no es necesario recorrer grandes distancias hasta el primer punto de pesca, por lo que empezamos a pescar poco después de salir al canal principal.
Es primera hora de la mañana y me pasan la caña que tiene un señuelo de superficie, el whooper plopper, que ya os adelanto que iba a ser el señuelo clave del viaje. Los trairaos, al igual que muchos depredadores, están siempre cerca de las estructuras. Principalmente, justo debajo de la línea de vegetación acuática que les da capacidad de emboscar a las presas y sombra, pero a primera y última hora salen a aguas abiertas y se ponen cerca de los árboles y palos sumergidos, es por lo que decido hacer un primer lance a aguas abiertas para presentar el señuelo cerca de estas estructuras y después de lanzar un par de veces más vuelvo a la realidad: la pesca en el Amazonas no es sacar peces a todas horas y no siempre podemos tener un inicio de viaje idílico. Sin embargo, mi guía me explica que es un pez muy agresivo y territorial y al igual que el Peacock Bass podemos irritarlo pasando el señuelo por su territorio reiteradas veces, por lo que me sugiere que lance otra vez al mismo sitio ya que a esta hora no deben de estar muy profundos. Lanzo mi señuelo una vez más al mismo lugar y sale un monstruo a recordarme por qué no se puede molestar al rey de estas aguas, el pez atacó con tarta fuerza que me ha hecho despertarme por completo, ¡que susto!

Después de semejante ataque, se ríe y me comenta que surtió efecto la provocación pues ese pez no subió a comer, sino a golpear a su presa.
Para los que os preguntéis que es lo más parecido a la forma de atacar de este pez yo encuentro un ataque muy similar en el mundo animal, que no es otro que la forma en la que ataca el tiburón blanco a las focas viniendo desde muy abajo. El ataque del wolf fish es uno de los más bonitos e inesperados que he tenido el placer de probar. Este lugar tiene aguas muy profundas por lo que vienen desde muy abajo a embestirlo. La sensación de trabajar un whoopper plopper y de repente ver cómo un pez de mas de 20 lb lo embiste rompiendo la calma de la mañana es algo que todo el mundo debería de experimentar…
A partir de las 9:00 hrs lo más recomendable es usar el spinnerbait por el fondo o pasar a usar soft plastics. Aquí algunos lugareños al medio día acostumbran a usar cebo muerto de Traira. En nuestro caso, al ser unos obsesos de la pesca con señuelo tenemos el sustituto perfecto, un soft plastic con peso impregnado en abundante esencia, cuanto peor huela mejores resultados tendremos con este pez. En mi caso concreto usé un below stick plomado que trabajaba por el fondo en las sombras formadas por el límite de vegetación flotante, es ahí donde podremos encontrar peces de gran tamaño.
Anochece a las 18:00, por lo que en nuestro caso descansamos a mediodía y a las 15:00 ya estamos saliendo para empezar la pesca de tarde, el trairao prefiere los atardeceres a los amaneceres. Esto significa que las mejores horas del día para pescar van a ser de 16:00 a 18:00 hrs. Trabajo el woopper plopper a velocidad media y sabiendo que no siempre sale todo como queremos pienso ya en irnos a otro sitio cuando de repente a 12 pies de mi sale un monstruo fuera del agua que produce un ataque totalmente ensordecedor, el pez tiró con tanta fuerza que me fue imposible controlarlo y acabó metido dentro de las estructuras donde, finalmente, se perdió. La picada es tan bestia que a veces te arrancan la caña de las manos.
Empiezo a estar frustrado, pues he tenido muchas picadas de peces grandes que no he podido controlar perdiéndolos en las estructuras o que se han ido por no estar bien clavados.

No todo es pesca. ¡Disfruta, estás en la Amazonia!
Un error que estoy cometiendo es estar demasiado centrado en sacar peces grandes y me estoy olvidando de vivir una experiencia 360 º. Realmente me doy cuenta de que estoy en medio del Amazonas y que hay mil paisaje y animales con los que puedo interactuar.
Al estar en la Serra do Cachimbo nos acercamos a un manantial impresionante que se encuentra a menos de una hora de el rancho. Nada más llegar me encuentro con una laguna que posee un fondo de arena del que emana un manantial. Un lugar increíble rodeado de selva. La experiencia de bañarse aquí es única. Es, sin duda, uno de los lugares más especiales en los que he estado.

A la mañana siguiente visitamos las bases de un precioso e imponente árbol. Es la madre de la selva y representa toda la vida del lugar. Aquí acostumbran a venir los pescadores para recibir aprobación, buena suerte. Pongo las manos en el tronco del árbol y tras unos segundos las separo mientras miro hacia arriba y aprecio la altura que tiene y como desaparece por encima de los demás arboles. ¡Mañana no puedo fallar!
Una pelea prehistórica
Al día siguiente hago mis primeros lances y recibo un brutal ataque que el pez falla. Vuelvo a lanzar y esta vez sí clavo un gran pez, espero un segundo para clavar y confirmo 3 veces el hook set que el pez después de saltar un par de veces me confirma que está bien enganchado. Después de una brutal pelea digna de su tamaño, conseguimos agarrar con el bocagrip.
Para aquellos que os preguntéis cómo es la lucha con un ejemplar grande de este pez prehistórico os tengo que decir que es un pez muy bruto.
Si bien hay peces que tienen una pelea más horizontal, que pelean en dirección contraria al pescador (como puede hacer la Carpa o el Peacock Bass) el Wolf Fish es parecido al Bass, es decir, su pelea suele ser en vertical, hacia abajo.

Todo empieza con una brutal picada que viene seguida por una clara y fuerte huida hacia las estructuras. Pero a diferencia del Peacock Bass, que tiene una pelea muy fuerte en la primera mitad, es después de acercarse al barco y pegar el primer salto cuando empieza a tirar como un cohete hacia abajo. Siendo un pez muy agresivo siempre es difícil echarle mano con el grip, pues se revuelven constantemente (es recomendable asegurar el bocagrip con la cuerda para que no lo perdamos en una sacudida).
Una despedida de cine
Después de cambiar mi suerte y haber sacado numerosos peces entre las 15 y las 20 lb nos encontramos el último día disfrutando del amanecer en la barca. Quiero batir mi récord y sacar un monstruo más grande que el pez de 20 lb que cuelga en la pared del Lodge.
Llegamos a una zona somera y apagamos el motor y ponemos el trolling motor para acercarnos sigilosamente. Fernando, mi guía, me señala un pequeño árbol sumergido y me dice que ahí debajo vive un viejo amigo con el que ha compartido alguna batalla que no ha tenido final feliz. Me preparo, cojo mi combo y lanzo el whopper plopper y, al primer lance, como si hubiera estado esperando por nosotros, sale un enorme cuerpo del agua y embiste el señuelo para intentar meterse de nuevo a las coberturas. Fernando estaba preparado y, nada mas atacar, estaba alejando el barco para llevarlo a aguas abiertas. Después de una pelea increíble donde nos regaló increíbles saltos, coletazos que me mojaron de arriba a abajo y carreras al fondo, el monstruo sube de las profundidades y se acerca al barco, Fernando consigue agarrarlo. Lo celebramos y lo pesamos para confirmar que hemos conseguido nuestro objetivo: ¡22 lb de pura maldad! Después de la sesión de fotos, me despido de este pez prehistórico que desaparece mojándome de un coletazo con la furia de un gigante que ha sido sacado de su territorio.

Alfonso Rey