Cuando uno piensa en Black Bass lo primero que le viene a la cabeza es una sonrisa. Eso es así porque ese pez ya tiene hecho un espacio en la pesca recreativa, más allá del mero valor culinario.
A diferencia de la pesca en el mar, los pescadores de agua dulce sonríen más, pero es solo porque el Black Bass está entre sus presas. Inmediatamente antes de la foto saltando e inmediatamente después de la foto con la captura lo que nos viene a la mente son los Estados Unidos de Norte América. Sí, sí… eso es, generalizando, los pescadores españoles tenemos una mayor influencia de países asiáticos como Japón que de países como EEUU, pero nadie puede negar que el Black Bass viene de América, así que, el que manda, manda.
Le debemos mucho a los norteamericanos, y no solo Halloween, el rock and roll y las hamburguesas, también les debemos el Black Bass. Tenía que contextualizar de esta manera para explicar el porqué de irnos tan lejos a pescar Basses, porque sí, nos hemos ido al Primer Estado de la Unión, Delaware, y nada más y nada menos que a Andrews Lake, un paraíso para el bass, el lucio y unos percasoles de tamaños considerables, o como los llaman allí: Largemouth bass, Chain Pickerel y el Bluegill.
Delaware fue el primero de los Estados en firmar la declaración de derechos, y la carta magna que convertía USA en una nación y, por lo tanto, es considerado el primer estado de la Unión.

Eso significa que la primera estrella de la bandera americana es en representación de ellos. Lo que hace que entendamos por qué muchos de sus ciudadanos tienen una gran estrella colgada en las fachadas de sus casas, además de sus banderas, claro. Un estado pequeño, tranquilo, de grandes llanuras y paisajes de campos verdes, con sus granjas, sin grandes núcleos urbanos como Los Ángeles o Nueva York, muy al contrario, es un estado que da unas sensaciones muy potentes al conducir por sus carreteras secundarias, podría decir que es un auténtico estado postal, a pesar de lo complicado que es encontrar una postal en sus pueblos.
Todo el estado está lleno de pequeños lagos alimentados por pequeños cauces y, todos ellos, repletos de Black Bass. Si te sientas en la mecedora del porche (sí, las hay) de una de esas casitas del lago, créeme, no podrás resistirte, necesitarás coger la caña, porque el continuo tránsito de pescadores de la zona hará que no puedas evitarlo.

Es una zona de pesca… sí, no hay mucho que ver en familia… no, monumentos y turisteo o tiendas, la verdad poco. Pero una semana a orillas del Lago Andrews hará las delicias de tus hijos, que se pasarán el día bañándose y, por qué no, reconectando con la naturaleza, como si estuvieran de acampada, pero con las comodidades de cualquier hotel.
CÓMO LLEGAR
Lo primero es cómo llegar. Nosotros fuimos desde NYC, a donde llegamos en avión, cogimos un coche de alquiler que, a diferencia de en España, son más baratos y la gasolina también (pero mucho más barata) y condujimos en dirección sur hacia el Primer Estado.

Recomendación: NO TE PREOCUPES, conducir en EEUU es aún más fácil que aquí, solo tienes que conducir despacio, seguimos la interestatal 95 y nos dejamos llevar por el GPS que nos dirigió sin ningún problema. ¡Ojo! Cuidado con salir de las interestatales y meterte por caminitos… es probable que el móvil te diga que… ops… no tiene cobertura (sí, nos pasó, por suerte una amable señora con un florido vestido montada en una furgoneta de reparto del servicio postal nos salvó de perdernos).
El viaje desde NYC es largo, tardamos algo más de cuatro horas. También hay que decir que paramos alguna que otra vez en Diners, estaciones de servicio, hipermercados donde vendían material de pesca a precios muy económicos y claro, el viajecito nos llevó algo más de cinco horas. Pero, para viajar desde España “directos” al Lago Andrews podrás ir a aeropuertos más cercanos a Delaware, como el Aeropuerto Internacional de Filadelfia (PHL) o el Aeropuerto Internacional de Baltimore-Washington (BWI). Compara precios y horarios para encontrar la mejor opción, el de Nueva York nos salió muy económico y nos merecía la pena el gasto en gasolina/coche, y todo hay que decirlo, nos daba el plus de la aventura por las carreteras americanas. Sin embargo, el trayecto en automóvil desde Filadelfia hasta el Lago Andrews es de aproximadamente 2 horas y desde Baltimore una hora y 30 minutos aproximadamente.
DÓNDE ALOJARTE
Milford, Dover o Frederica son ciudades cercanas. En ellas hay hoteles, moteles y campings disponibles, una búsqueda rápida por Internet te dirá cientos de lugares donde quedarte según gustos y presupuestos. Para nosotros la mejor opción fue la que nos ofrecía Airbnb, en donde encontramos la magnífica casa de Eugenia (podéis encontrar esta económica opción en la aplicación de Airbnb buscando: “Smokefree Lakeside Relax”). Es una casita muy “cuqui” en mitad de un bosquecillo, con su propio embarcadero y los dueños te dejan sin problema su canoa perfecta para poder recorrer todo el lago.



El lugar es sencillamente “idílico”. Junto al embarcadero una pareja de basses cuidaba su puesta. La mamá no bajaba de los tres kilos, evidentemente los dejamos tranquilos, pero pescar viendo eso a tu lado, sin duda alguna, motiva.
EL EQUIPO
Te recomendamos que pases por tiendas de pesca. El inglés “no será un gran problema” las palabras claves son las mismas, los precios no, claro… pero descubrirás un mundo, no muchas cañas, bastantes carretes tanto de spinning como de casting y alguno “diferente” y la mayor e increíble cantidad de vinilos que puedas imaginar.
Estanterías y más estanterías con todo tipo de criaturas de vinilo, en numerosísimas marcas, con esencias, aceites o secas, pero una cantidad sencillamente increíble. Y no todos, como es lógico, sirven para todas las situaciones, nosotros probamos unos cuantos que traíamos de España, varios paseantes de superficie, algún minnow, poppers, jerkbaits, alguna cucharilla, spinnerbaits… nada, no se movía nada. Cambiamos a vinilo, cangrejos de varios tipos pero nada o algo ocasional, lombrices tipo Senko montados al wacky y, sobre todo, coreana de vinilo en dos colores verde/marrón claro con montaje Texas y… ¡BINGO!



Era un lance un pez, en menos de media hora habíamos clavado todos los peces a los que se llegaba desde nuestra posición. Bases, lucios y percasoles… increíble. Con cangrejos rojo oscuro con purpurina también logramos unas cuantas buenas capturas pero, sin duda, lo que se llevó la palma fueron las lombrices. Utilizamos la Cinnetic Raycast XBR Dart´n spinn 5-15 y en muchas situaciones lanzamos al “estilo gallego” en ballesta, para poder meter las lombrices bajo las ramas de los árboles que se abalanzaban sobre las orillas.
¡Qué importante tener una caña que te permita viajar por su tamaño, que te permita lanzar sin plomos por su acción y que sea lo suficientemente reactiva para notarlo todo!
El lago está rodeado en su mayor parte de propiedades por las que no es “adecuado” pasar. A diferencia de España, allí sí pueden ser dueños de la orilla, por lo que si conoces a los propietarios bien pero si no es así, mejor no recorrer las orillas. Verás zonas que no tienen casas desde las que se puede pescar, pero lo ideal es una barquita. Todas las casas tienen su propio embarcadero con sus escaleras para el baño y su barquita.
En general los norteamericanos son muy, muy respetuosos con la privacidad de sus vecinos, por lo que si os paráis a hacer un lance frente a la casa de un vecino, cuidar que sea desde un ángulo desde el que no se vea directamente la casa. No hace falta que te lo tomes muy a pecho siempre y cuando respetes la privacidad de los demás. Y así, Andrews Lake se convertirá en un paraíso para la pesca y el disfrute familiar.

Podéis sacaros la licencia de pesca en:
https://epermitting.dnrec.delaware.gov/dnrec-home?redirect_back_to=%2Fpermits-and-licenses
Si os gustan los Estados Unidos y la pesca, os recomendamos que antes de viajar le echéis un ojo a este magnífico mapa de lugares de pesca:
https://www.takemefishing.org/es/mapa-interactivo/
Y si decidís disfrutar de unos días en la Gran Manzana antes de coger camino hacia Andrews Lake aquí te dejamos nuestro artículo sobre la pesca del Light Game en la ciudad que nunca duerme…
https://turevistadepesca.es/new-york-light-game-fishing-into-the-city/
Y recuerda, catch and reléase! Si lo que quieres es comer pescado, no cojas la caña, ve a un restaurante o la pescadería.
Francisco Fernández
