¿Puede un señuelo de vinilo ser ecológico y sostenible para el medio ambiente y a la vez tener una eficacia total? La respuesta es sí, y se llama Nikko.
Quiero creer que el aficionado a la pesca está cada vez más concienciado con el medio ambiente y en su día a día, pretende ser más sostenible con el medio que nos rodea, lo que a la par beneficia mucho a la pesca. Ríos, embalses y mares menos contaminados y más cuidados albergarán más vida y, obviamente, más capturas para el pescador.
Todos los señuelos contienen elementos plásticos, más o menos contaminantes a la hora de su fabricación e incluso los mismos blisters en los que se venden. Una vez leí una frase de Al Gore que me gustó mucho: “Cada uno de nosotros podemos hacer cambios en la forma en que vivimos y ser parte de la solución al cambio climático.” ¿Qué tiene que ver esto con nuestro deporte? Si lo extrapolamos a la pesca, pienso que mucho.
A la hora de realizar pequeñas acciones sostenibles, siempre nos escudamos en que la culpa del cambio climático no es nuestra, que si nuestro río o el mar donde lanzamos los señuelos está cada vez peor es por culpa de las grandes empresas contaminantes junto con otros culpables más directos. Quizá uno solo no pueda frenar ningún acontecimiento, pero muchos actos y mucha gente empujando, sí. Aunque sea para tener la conciencia en paz y saber que luchas por cambiar las cosas.
Al igual que nos rasgamos las vestiduras al ver nuestro espigón favorito repleto de latas, cajas de gusanos, anzuelos, plásticos y demás basura, luego somos reticentes a adquirir un producto sostenible para pescar. Hay que cambiar el chip y hacer las cosas para uno mismo y animar luego a que entre todos, podamos mejorar el medio donde pescamos.
Características de la marca japonesa Nikko
Pues resulta que en el mercado tenemos una marca que fabrica sus vinilos de manera sostenible y ecológica y además son terriblemente efectivos, de lo mejor que podemos lanzarle a un depredador ya sea en agua dulce o en el mar. Hablamos de la marca Nikko, fabricada en Japón por la empresa Nikko Kasei, con sede en Tokio.
Esta empresa está especializada en la inyección de plásticos y en 2010, tras varios años de investigación y desarrollo, dio el salto a la fabricación de vinilos innovadores para la pesca. Las características principales de estos señuelos son las siguientes:
- Suavidad: La extrema suavidad de estos vinilos hace que bajo el agua cobren acción al más mínimo movimiento, ya sea por parte del pescador o la misma corriente. Además incluso a bajas temperaturas extremas seguirá conservando esa suavidad, donde el resto de vinilos convencionales se endurecen, perdiendo así gran parte de su acción y efectividad.
- Efectividad: A ojos del pez el material tan suave hace que tenga un realismo increíble, lo que unido a los detalles minimalistas de los diseños, así como a las esencias, sean de una gran efectividad con los depredadores.
- Económicos: La marca nos garantiza una durabilidad de entre 10 y 100 veces más que un vinilo convencional gracias a su impresionante resistencia, lo que a la larga resulta mucho más económico para el pescador y mejor para el medio ambiente. ¡El beneficio es total!
- No tóxicos: Los vinilos Nikko no contienen plastisol, ftalatos ni ninguna otra sustancia tóxica para el medio ambiente por lo que no deja ningún residuo dañino cuando desechamos el señuelo.
- Biodegradables: Gracias a la nanotecnología durante su proceso de fabricación, estos vinilos son totalmente biodesintegrables en condiciones normales, por lo que no dejan ningún rastro tras su desaparición.
- Esencia: No necesitan líquidos ni otros aditivos habituales para vinilos pues ya incorporan esencia la cual es muy duradera.
- Sin peligro para el pez: Ocurre muy a menudo que los peces muerden el vinilo, no se clavan y tragan el señuelo o parte de él. O tragan restos de vinilos del fondo creyendo que es comida… Esos vinilos suelen hincharse y endurecerse bajo el agua lo que en el estómago del pez le producirá la muerte. Con los vinilos Nikko no ocurre pues no se hinchan ni se endurecen y se eliminarán de manera natural.
- Flotantes: Son flotantes, lo que mejora la presentación en los montajes y a ojos del pez aumenta el realismo de la muestra, generando más picadas.
Sus características son muy interesantes con beneficios para el pescador y el medio ambiente. La gama de modelos y colores además es muy atractiva, con imitaciones varias para pescar desde el bass hasta lubinas. Truchas, percas, ciprínidos, sargos, doradas… no hay depredador que se resista. Vamos a ver los modelos que mejor se adaptan a nuestras aguas y especies.
Nikko Craw
A la hora de pescar con una imitación de cangrejo de río hay algo fundamental que siempre busco. Que el vinilo se posicione en modo defensa cuando está en el fondo lo que le da un gran realismo a la muestra y su efectividad aumenta un doscientos por cien. El Nikko Craw es una imitación perfecta de ochenta milímetros, con un movimiento realista que gracias al material flotante cuando se posa en el fondo “amenaza” al depredador con su cuerpo y pinzas mirando hacia arriba y hace que éste lo engulla confiado.
Me gusta montarlo al sistema Texas clásico o con Cheburashka pero, sin duda, con un jig head de Ned Rig la presentación será mucho mejor. Para el bass su efectividad es increíble pero también lo es con la perca y la lucioperca. Y si buscamos lubinas en zonas de desembocadura y río, donde este pez vive a sus anchas, será un señuelo clave para peinar los fondos. Incluso en aguas del norte en zonas de ría está dando grandes resultados con la lubina.
Por aquello de que también puede imitar a un pequeño crustáceo. La esencia y su suavidad hacen que una vez el pez lo engulle, no lo suelte.
Super Little Crab
Un cangrejo sorprendente. Una divertida y realista imitación de un pequeño cangrejo de roca. Apenas mide tres centímetros por lo que ya podemos hacernos una idea de para qué y cómo lo vamos a utilizar.
Juguetear con este cangrejito a rockfishing por los fondos arenosos y por las piedras, con pequeñas cabecitas plomadas no reportará todo tipo de capturas de peces de roca (corvas, serranos, cabrachos, gobios) así como otras especies más buscadas y valoradas como la lubina, el sargo y la dorada. Alimento habitual de estas especies que no dudarán en atacar este vinilo que resistirá las dentelladas de todas esas pirañas, expertas en romper mil y un vinilos.
Oki Ami Shrimp
Muchas especies marinas no pueden resistirse a una pequeña gambita. De hecho es un alimento muy buscado por infinidad de peces.
La Oki Ami tiene dos tallas, una de 42 milímetros y otra de 58 milímetros. Su diseño realista, su aroma y su impresionante resistencia a las dentelladas de los peces hacen de esta gamba una imitación a tener muy en cuenta. Si la montamos al estilo Carolina con un pequeño jig head, la podremos arrastrar y mover a saltitos por los fondos arenosos buscando pageles, doradas y demás peces que buscan este alimento en las zonas de arena.
Por el contrario, en zonas de roca y con más profundidad buscaremos obladas o palometas a medias aguas si la montamos a darting o sargos si metemos el vinilo por los agujeros. Las lubinas también la adoran en todo tipo de ambientes donde podamos pescarla con equipos de rockfishing.
Zaza Leech
Todos los vinilos diseñados para pescas a Ned rig tienen algo curioso aparte de su gran efectividad. Y es que no imitan a nada en concreto. Si acaso a una sanguijuela, pero realmente no sabemos en qué piensa un pez al morder con tanto fervor este tipo de señuelos.
Al pescador lo que debe importarle es que es muy efectivo, en este caso para el black-bass, sobretodo cuando tienen mucha presión de pesca o en aguas frías, aunque no pocas lubinas sucumben a estos vinilos. Hay que montarlos con una cabeza plomada específica de Ned Rig para que el vinilo, flotante, se quede en posición totalmente en vertical posado en el fondo. La técnica no tiene gran misterio pues es relativamente sencilla.
Tras llegar al fondo lo dejamos reposar, para que se mueva con el vaivén de las corrientes, luego dos tres toques de puntera para dar cortos saltitos, un par de vueltas de manivela para arrastrarlo otro poco y vuelta a empezar hasta sentir la picada o un desplazamiento anormal de la línea.
Dappy Caddys Fly
Dentro de esta gama de vinilos también los tenemos para pescar truchas y ciprínidos. Para la trucha no es habitual pescar con pequeñas imitaciones de vinilo a excepción de los de tipo shad, el clásico pikie, pero estas larvas de Nikko son una opción ideal para olvidar los cebos naturales.
La técnica será la misma que si encarnáramos en el anzuelo una lombriz natural pero la cambiaremos la Caddys Fly, una larva de ninfa que hace picar una tras otra a las truchas. Y luego para pescar ciprínidos como barbos, carpas o bagras es una maravilla, en una pesca muy técnica, apasionante y efectiva. Montada con un jig head de dos o tres gramos máximo, la lanzaremos en el radio de acción de estos peces.
A pez visto, por ello lo de apasionante… Y veremos sus reacciones y las picadas algo que considero muy bueno para el crecimiento del pescador. Con equipos de rockfishing o ultraligeros las arrancadas de un barbo de un par de kilos te deja temblando un buen rato.
Dappy Tadpole
Como todos conocemos la glotonería del black-bass, que se alimenta de todo tipo de animalillos que conviven en su medio, no podía faltar algo tan curioso pero a la vez tan buscado por este pez como una imitación de un renacuajo. Es increíble ver cómo se mueve al más mínimo toque de puntera cuando los montamos en un montaje de drop shot buscando los bass más complicados en distintos escenarios de pesca. Cuando se trata de pescar a finesse, el Tadpole es un arma sorprendente por los grandes resultados que da. Y no solo bass, pues truchas y percas le entran con decisión gracias a su realismo.
Como vemos ya no hay excusa para aportar ese granito de arena en pro de la sostenibilidad en el mundo de la pesca. Tenemos que comenzar a considerar que es tan importante recoger la basura de un espigón o una playa como el adquirir señuelos con blisters reciclables o de fabricación ecológica como estos Nikko.
Toni Martínez